Para hacer frente a la actual emergencia sanitaria se requiere de la suma de esfuerzos. El problema se mantiene activo y todavía no se puede dar por concluida la pandemia. De igual forma, uno de los aspectos más importantes para proteger a la población es el avance conseguido en la vacunación contra la Covid-19. Se trata de la mejor forma para evitar cuadros graves que puedan derivar en decesos. Pero mientras algunas naciones han logrado buenos resultados, otras se han quedado rezagadas.

Todo esto adquiere relevancia a partir del avance de la Variante Ómicron y su linaje BA.2. Ambas han mostrado ser más contagiosas y al menos la primera aumenta el riesgo de reinfección. Aunque cuando las personas ya cuentan con una, dos o tres dosis del biológico de cualquiera de los fabricantes hay un menor riesgo de complicaciones.

Actualmente el 52 por ciento de la población mundial ha recibido la totalidad de las dosis prescritas por el protocolo inicial de vacunación según Our World in Data. En apariencia es una buena cifra al considerar el poco tiempo que ha transcurrido desde el inicio de la campaña. Aunque el inconveniente comienza al analizar la situación por regiones.

Los que mejores resultados han obtenido

El mayor avance en vacunación contra la Covid-19 se encuentra en Sudamérica con un 67 por ciento. En especial Chile y Uruguay han destacado al aplicar las dosis necesarias a sus habitantes. Aunque una ventaja que tienen ambos es que sus poblaciones son pequeñas en comparación con las de otros continentes.

En segundo lugar y con una diferencia bastante pequeña se encuentra Europa con el 63 por ciento. Después aparece Asia con el 61 por ciento, América del Norte con el 60 por ciento y Oceanía con el 59 por ciento. En todos los casos son regiones que muestran un avance constante.

El continente más afectado

Por su parte, el mayor problema se observa con África porque su avance en la vacunación contra la Covid-19 es de apenas el 11 por ciento. La cifra es bastante baja porque la mayoría de naciones no tiene los recursos suficientes para adquirir las dosis que necesitan sus ciudadanos.

Esto no sólo es desastroso para los habitantes de África sino también para el resto del mundo y la lucha para frenar la pandemia. Como se describe en un comunicado emitido por la Fundación Mo Ibrahim el pasado mes de diciembre: “Cuanto más tarda el mundo en proporcionar equidad en las vacunas, más permitimos que la COVID-19 mute y se vuelva más peligrosa. Esta nueva variante demuestra que el nacionalismo de las vacunas es un enfoque miope que es contraproducente y nos pone a todos en peligro. Refuerza la realidad, una vez más, de que nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo”.

De igual forma, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha pronunciado al respecto. Para tal fin creó el mecanismo COVAX que consiste en la donación de insumos para los países más pobres. Además ha recalcado que en estos momentos la prioridad debe ser que todas las personas reciban al menos una dosis y no que unos cuantos tengan tres o cuatro.