- En México se estiman alrededor de 145 mil casos de ceguera infantil.
- Los tumores en el país tienen una incidencia de hasta 100 casos nuevos por cada 100 mil personas menores de 18 años.
- El ISSSTE tiene la única Clínica de Supervivientes a Cáncer Infantil del país.
Los padecimientos visuales tienen una gran relevancia sobre todo en la etapa de la niñez, puesto a que tienen repercusiones a nivel cognitivo, de desarrollo motriz y social. Se estima que hay alrededor de 145 mil niños con pérdida de la visión en nuestro país, a pesar de que el 80 por ciento de los casos podrían prevenirse. Aunque lo más grave es que hay un tipo de cáncer ocular que tiene una elevada incidencia en los niños, ¿sabes cuál es?
Nadie está a salvo de los tumores
Para empezar, los tumores entre la población infantil ya son un problema de salud pública en México. A la fecha mantienen una incidencia de hasta 100 casos nuevos por cada 100 mil personas menores de 18 años, cifras que desgraciadamente siguen en aumento porque no se ha podido controlar la situación.
Al respecto, el doctor Vidal Soberón Ventura, adscrito al servicio de retina de APEC Hospital de la Ceguera destacó que el retinoblastoma es el tipo de cáncer ocular más frecuente en niños. Aunque es relativamente fácil de tratar cuando es detectado a tiempo, el problema radica si el tratamiento empieza en una etapa avanzada.
“Se trata de una alteración genética que afecta el control de las células para dividirse. A pesar de que en ocasiones es heredable, hasta el 60% de los casos ocurren de manera espontánea. Al perder la maquinaria necesaria para regular su crecimiento, las células nerviosas de la retina crecen en tamaño y cantidad hasta formar un tumor en la parte interna del ojo. Se distingue por signos como cambio de coloración pupilar (se vuelve blanca en etapas tardías), estrabismo (falta de alineación de los ojos) o en casos muy extremos crecimiento del globo ocular”.
Además de las alteraciones visuales, de no ser atendido el tumor puede invadir otras partes del cuerpo y costar la vida del paciente. Este padecimiento oncológico representa la quinta causa de mortalidad infantil, así como el 35 por ciento de las neoplasias malignas en nuestro país. Afecta en su mayoría a los menores de 5 años, quienes conforman el 95 por ciento de los casos diagnosticados.
“Dependiendo del estadio el tratamiento puede variar desde quemar un tumor pequeño con láser y conservar el ojo, hasta requerir quimioterapia y la necesidad de extraer el globo quirúrgicamente. Por consiguiente, no podemos estresar suficientemente la importancia de la prevención. Está indicado realizar un tamiz visual neonatal en los niños a los 30 días de nacidos, así como las revisiones periódicas con el oftalmólogo, a fin de detectar cualquier padecimiento ocular a tiempo antes de que se convierta en un gran problema”.
Secuelas más frecuentes de los supervivientes de cáncer infantil
Algo muy importante que se debe tomar en cuenta es que los tumores no siempre desaparecen de inmediato. Cuando aparecen a una edad temprana existe el riesgo de sufrir alguna recaída en la etapa adulta o incluso generar afectaciones de por vida.
La coordinadora de la Clínica de Supervivientes a Cáncer Infantil del ISSSTE, oncóloga pediatra Alma Benito Reséndiz, señala que las secuelas más frecuentes son: talla baja, alteraciones visuales, escoliosis, obesidad, hipotrofia de extremidades, afecciones ginecológicas, alteraciones del aprendizaje, enucleación, ansiedad y depresión.
También pueden presentar amputación de extremidades, falla ovárica, hipoacusia, hemiparesia (alteración neurológica que dificulta la movilidad en la mitad del cuerpo), diabetes insípida, esterilidad, osteoporosis o desmineralización ósea, bajo peso, epilepsia, resistencia a la insulina y síndrome metabólico.
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