• El 1 de marzo de cada año empieza la residencia para todos los jóvenes que lograron aprobar el ENARM.
• Aunque todos empiezan con alegría y entusiasmo, en ocasiones pierden el interés al poco tiempo.
• Una cirujana describió las características del fenómeno que bautizó como Síndrome del R1.

El camino dentro del campo de la salud no se termina al egresar de la universidad. De hecho se puede prolongar tanto como los propios médicos lo deseen. Existen distintas alternativas que se pueden elegir aunque la más común es cursar una especialidad. Se trata de una etapa llena de claroscuros y en la que aparece el llamado Síndrome del R1, ¿pero sabes realmente en qué consiste?

Opciones que tienen los médicos al salir de la universidad

Antes que nada se debe dejar en claro que nadie está obligado a convertirse en especialista. Lo peor que puede ocurrir es minimizar o menospreciar el trabajo de los médicos generales porque en realidad su función es la base de todo el campo de la salud.

De igual forma, existen otras alternativas para los jóvenes interesados en prolongar sus estudios. Pueden tomar maestrías, doctorados o incluso continuar con su formación en otro país.

Ahora bien, en el caso de los que desean ser especialistas en México entonces es obligatorio presentar y aprobar el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM). No es una tarea sencilla porque en la actualidad apenas el 40% de los aspirantes obtiene un lugar.

Síndrome del R1, ¿una etapa que experimentan todos los residentes?

Con respecto a este tema, la residente española @cirujanna, quien actualmente es R5 de Cirugía Torácica, publicó un video en donde explica el fenómeno que describe como el Síndrome del R1. Al escuchar su explicación se trata de un aspecto que también aplica a la perfección en México.

Lo que menciona es que el primer día del inicio de la residencia se puede ver a los jóvenes llenos de energía y entusiasmo. Todos están emocionados porque lograron cumplir una meta profesional que les costó mucho esfuerzo.

A partir de lo anterior, su primera reacción es solicitar a sus mayores que les proporcionen libros y estudios para leer y adentrarse en la especialidad. La intención es noble pero el problema es que quieren adquirir una enorme cantidad de conocimientos en tiempo récord. Aunque exista la disposición se trata de una meta imposible.

De igual forma, la vida dentro de la residencia es por completo diferente a como era en la universidad. No solo se trata del ritmo de trabajo sino también de la duración de las guardias. No hay forma de comparar una etapa con otra.

Con esto en mente, los jóvenes que sufren el Síndrome del R1 desarrollan una sensación de frustración porque no logran avanzar al ritmo que les gustaría. Dicho todo lo anterior, el entusiasmo es un aspecto positivo pero se debe recordar que antes de aprender a correr es necesario saber caminar.

https://www.tiktok.com/@cirujanna/video/7204881100466818310

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