El golpe de calor, también conocido como golpe solar o insolación, ocurre cuando el cuerpo se sobrecalienta tras la exposición a temperaturas elevadas. Cuando hace mucho calor afuera, la temperatura del cuerpo puede aumentar más rápido de lo que los mecanismos de enfriamiento (como la sudoración) pueden reducirla.
Este fenómeno se ha vuelto más frecuente debido al cambio climático porque ahora los veranos son más calurosos. Como consecuencia también existen más casos de deshidratación. No es una situación menor porque cuando no existen los cuidados adecuados pueden desembocar en desenlaces mortales.
“Actualmente estamos viendo cómo aumenta el número promedio de visitas a la sala de emergencias en los hospitales, por enfermedades relacionadas con el calor. Por lo general no vemos tantos casos a principios del verano, que estén asociados a la deshidratación, calambres y agotamiento por calor e insolación”, afirma el Dr. Neil Gandhi del Hospital Houston Methodist.
¿Cuáles son los signos de las enfermedades causadas por el calor?
El golpe de calor es la forma más grave de enfermedad causada por el calor. Conocer los signos de deshidratación y agotamiento por calor, y tomar medidas rápidas para contrarrestarlos, puede ayudar a prevenirlos por completo.
Principales síntomas del golpe de calor
- Una temperatura corporal de 39°C o más
- Piel enrojecida y caliente
- Pulso rápido
- Jaqueca
- Mareos y náuseas
- Confusión repentina o alucinaciones
- Desmayo
¿Qué factores aumentan el riesgo?
- Edad, ya sea muy joven o mayor
- Estar deshidratado
- Tener sobrepeso
- Trabajar o hacer ejercicio al aire libre
- Falta de aire acondicionado
- Afecciones médicas, como diabetes, enfermedades cardíacas y abuso de alcohol
- Medicamentos, como diuréticos (eliminan el agua y el sodio del cuerpo), betabloqueantes (reducen la presión arterial) y antidepresivos
- No estar acostumbrado a temperaturas elevadas
El golpe de calor es una emergencia que requiere atención médica inmediata
La alta temperatura corporal asociada con el golpe de calor puede dañar el cerebro, el corazón, los riñones, los músculos y otros órganos. Cuanto más tiempo se deje sin tratar el problema, más daño pueden sufrir estos órganos vitales, lo que aumenta el riesgo de complicaciones a largo plazo e incluso la muerte.
¿Cómo se puede prevenir?
- Mantente hidratado
- Evita estar en un automóvil estacionado
- Usa ropa holgada al aire libre
- Haz ejercicio en interiores o temprano en la mañana
- Toma descansos frecuentes para “refrescarte” a la sombra, si trabajas al aire libre
- Aplicar (y volver a aplicar) protector solar
- Limita el consumo de alcohol mientras estés expuesto al calor
- Cambia las actividades al aire libre por las de interior, especialmente en las horas más calurosas del día
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