Al hablar de innovación se piensa que es una modalidad exclusiva de los países más desarrollados del mundo pero no es así. Un claro ejemplo se puede observar con TROOM (Training, Testing & Therapy Room), un dispositivo médico creado y desarrollado en México y el cual ofrece múltiples beneficios.
Consiste en una sala interactiva que combina ciencia, tecnología y estimulación multisensorial para acompañar la recuperación de pacientes con diversos padecimientos neurológicos, motores o del desarrollo.
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¿Quién hizo el dispositivo médico mexicano?
Fue desarrollado por TLM y destaca porque el sistema crea ambientes de inmersión terapéutica con imágenes, sonidos, colores, música, aromas, texturas, vibraciones y sensaciones térmicas. Estos estímulos son diseñados para inducir, motivar y activar respuestas físicas y cognitivas, logrando una experiencia de terapia envolvente.
“TROOM está diseñado como un sistema modular, compuesto por dispositivos electrónicos y físicos interconectados que pueden configurarse según el espacio disponible y las necesidades terapéuticas. Al contar con certificación de la Cofepris como dispositivo médico y las normas ISO 9001:2015 e ISO 13485:2016, garantiza que cada instalación cumple con los estándares clínicos y de seguridad requeridos”, mencionó Leticia Antonia Isunza Garcés, especialista en Investigación y Desarrollo Clínico en TLM.
El dispositivo médico cuenta con protocolos de aplicación diseñados por especialistas de distintas disciplinas y basados en metodologías clínicas probadas.
Estos protocolos se adaptan a objetivos específicos en áreas como neurodesarrollo, baja visión, autismo, alteraciones del lenguaje, atención al adulto mayor, educación especial, evaluación deportiva y desempeño físico.
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¿Cómo funciona?
Está conformado por dispositivos electrónicos y físicos interconectados, que integran reconocimiento facial y de voz, gestión inteligente y realidad virtual. Mediante sensores llamados TSENSORS, TROOM mide variables como balance, coordinación fina y gruesa, rango de movimiento, velocidad, tiempo de reacción, resistencia, asertividad y comprensión.
Todos estos datos se registran y procesan automáticamente, generando resultados medibles y reproducibles que permiten un seguimiento objetivo y preciso del progreso del paciente.
“El proceso terapéutico inicia con una evaluación individual que determina la viabilidad del paciente para ingresar al dispositivo y define el tipo de sesión y la fase del tratamiento. Durante la terapia, la duración, intensidad y secuencia de los estímulos son controladas automáticamente por el sistema, garantizando estandarización y precisión en cada sesión”, finalizó la especialista.
TROOM puede atender desde el neurodesarrollo de bebés hasta adultos mayores con deterioro físico o cognitivo, además de apoyar en la detección y diagnóstico del espectro autista, determinando el nivel funcional dentro de sus tres categorías. También se aplica en programas de evaluación deportiva, acondicionamiento físico y pruebas de esfuerzo.
Con la integración del dispositivo médico, México consolida su papel como un referente regional en innovación aplicada a la salud. Además TLM demuestra que la rehabilitación puede ser al mismo tiempo precisa, medible y humana.
