Como médico, tratar con diferentes tipos de pacientes forma para de tus labores cotidianas; sin embargo, existen ciertos consejos generales que puedes poner en práctica para mantener una relación cordial con ellos y que eso se vea reflejado en la calidad de tu servicio.
En primer lugar, la personalización durante la consulta marca la diferencia, pues es la que permite que exista una mejor relación entre el médico y el paciente. Una forma sencilla de ponerla en práctica es llamar al paciente por su nombre durante su consulta, pues eso hace que se sienta escuchado, lo que genera que exista una mayor apertura de su parte y eso se benéfico al momento de realizar las interrogantes para determinar el origen de su malestar.
En ese sentido, realizar tus consultas de esta manera también propicia la empatía médica, una característica que algunos especialistas han considerado que se ha perdido dentro de la profesión en los últimos años.
Otro punto a considerar es ser receptivo durante la consulta, lo que se traduce en hablar menos y escuchar más. Con esto en mente, también debes de enfocar toda tu atención en el paciente para que la atención sea más eficiente.
Derivado de lo anterior, un sencillo consejo que puedes poner en práctica es mirar al paciente a los ojos cuando te esté hablando, pues no se trata de un simple detalle, sino, de acuerdo con una investigación publicada en el British Medical Journal, se trata de una señal de respeto.
Durante el tiempo de consulta también olvídate de revisar tu teléfono celular. Es una de las principales distracciones que existen y además de representar una gran falta de respeto por tu paciente.