La maternidad representa una etapa con múltiples cambios para las mujeres aunque también aumenta el riesgo de diversas enfermedades. Por lo tanto es fundamental el cuidado de la salud tanto física como mental para evitar desarrollar problemas que también pueden poner en riesgo al bebé.
En primera instancia, los cambios físicos y hormonales no terminan con el parto sino que se mantienen durante los siguientes meses. Con esto en mente, es crucial reconocer y abordar estas condiciones para garantizar el bienestar de la madre y el niño.
¿Qué enfermedades se pueden desarrollar durante la maternidad?
A continuación te compartimos algunas de las enfermedades y los problemas de salud mental más comunes que pueden desarrollar con la maternidad. Es importante aclarar que no significa que ocurran con todas porque hay casos en los que no se desarrollan.
Trastornos del estado de ánimo
- Depresión posparto (DPP): Es más que la “tristeza posparto” o “baby blues” (un estado transitorio y leve que afecta a muchas mujeres en los primeros días después del parto). En realidad es una condición más grave y duradera que puede aparecer en cualquier momento durante el primer año después del parto. Los síntomas incluyen tristeza persistente, pérdida de interés en las actividades, cambios en el apetito y el sueño, fatiga, sentimientos de culpa o inutilidad, dificultad para concentrarse e incluso pensamientos de hacerse daño a sí misma o al bebé.
- Trastorno bipolar: Las mujeres con antecedentes de trastorno bipolar tienen un mayor riesgo de experimentar episodios de manía, hipomanía o depresión en el período posparto.
- Psicosis posparto: Es una condición rara pero grave que generalmente se presenta en las primeras dos semanas después del parto. Los síntomas pueden incluir confusión, desorientación, alucinaciones, delirios, cambios rápidos de humor y comportamiento extraño.
Trastornos de ansiedad
- Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): Se caracteriza por una preocupación excesiva y persistente sobre diversos temas que puede intensificarse en el período posparto.
- Trastorno de pánico: Las mujeres pueden experimentar ataques de pánico inesperados acompañados de síntomas físicos intensos como palpitaciones, dificultad para respirar, mareos y miedo a perder el control.
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): Pueden aparecer o exacerbarse obsesiones (pensamientos intrusivos y no deseados) y compulsiones (comportamientos repetitivos) relacionados con el bienestar del bebé.
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Un parto traumático o complicaciones durante el embarazo o el parto pueden desencadenar TEPT, con síntomas como revivir el evento, evitación, hipervigilancia y alteraciones del estado de ánimo.
- Ansiedad posparto: Se manifiesta con preocupación constante y excesiva, a menudo centrada en la salud y la seguridad del bebé, dificultad para relajarse, inquietud, problemas para dormir y síntomas físicos como tensión muscular y palpitaciones.
Otros problemas de salud mental
- Trastornos de la alimentación: Los cambios en la imagen corporal y las presiones sociales pueden contribuir al desarrollo o la recaída de trastornos de la alimentación en el período posparto.
- Dificultad en el vínculo materno-filial: Algunas mujeres pueden experimentar dificultades para establecer una conexión emocional con su bebé, lo que puede estar asociado con otros problemas de salud mental.
Finalmente, se debe destacar que todos los problemas de salud mental no son signos de debilidad o falta de amor hacia el bebé. En todos los casos se trata de condiciones médicas tratables y buscar ayuda profesional es fundamental para la recuperación y el bienestar de la madre y su familia.