Con el pasar de los años ha existido un severo cambio en la población mexicana y tiene relación directa con la alimentación. Hasta hace algunas décadas prevalecían altos niveles de desnutrición, en especial en las zonas marginadas. La muestra más clara es la complexión de los jóvenes que delataba su forma errónea de comer. Mientras que en años recientes se pasó al extremo opuesto y ahora la obesidad es el mayor peligro al que se enfrenta el país.
Lo anterior se reafirma al ver los resultados recién publicados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018-2019. El documento muestra que en la actualidad el 75.2 por ciento de las personas adultas y al 35.6 por ciento de la población infantil sufren de exceso de masa corporal.
México, líder en obesidad
A raíz de lo anterior la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que México ocupa el primer lugar global en obesidad infantil. Mientras que al hablar en adultos se encuentra en la segunda posición apenas por debajo de Estados Unidos. Es un problema bastante grave que puede extenderse por generaciones sin alcanzar una solución real.
Ahora bien, a partir del inicio de la pandemia la situación se ha complicado. Debido al confinamiento hay millones de mexicanos que permanecen la mayor parte del tiempo sentados dentro de sus hogares. Todas las actividades las hacen a distancia porque es el nuevo estilo de vida que se ha adoptado. Por una parte está bien porque así hay menor riesgo de contagio; sin embargo, también es negativo porque se favorece la obesidad.
Por su parte, tampoco es una situación exclusiva de nuestro país sino que ocurre en la mayoría del planeta. Eso llevó a la OMS a designar el 4 de marzo como el Día Mundial contra la Obesidad. El objetivo es hacer visible este problema y fomentar soluciones prácticas para ayudar a las personas a alcanzar y mantener un peso saludable.
En ese sentido, las tasas de obesidad casi se han triplicado desde 1975 y han aumentado casi cinco veces en niños y adolescentes. Eso afecta a personas de todas las edades y de todos los grupos sociales tanto en países avanzados como en desarrollo.
Otros problemas relacionados
A su vez, la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para diversas enfermedades no transmisibles como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y accidente cerebrovascular, además de diversas formas de cáncer.
Inclusive en países como México la pandemia ha hecho evidentes otros problemas de salud pública iguales o más graves como la obesidad. Además de ser una de las principales comorbilidades también afecta la calidad de vida de las personas porque no permite un desarrollo pleno.