El teletrabajo ha crecido significativamente en México durante los últimos años, impulsado por la pandemia y la transformación digital de muchas empresas. Aunque ofrece flexibilidad y ahorro de tiempo en traslados, trabajar desde casa en espacios pequeños plantea desafíos importantes para la salud física y mental de los trabajadores.
Uno de los principales problemas es la ergonomía. En muchos hogares pequeños, las áreas destinadas al trabajo son improvisadas: mesas de comedor, sillones, camas o espacios compartidos con otros miembros de la familia. Estas condiciones suelen generar posturas inadecuadas que pueden derivar en dolor de espalda, cuello, hombros y muñecas. El uso prolongado de laptops sin soporte adecuado y la falta de sillas ergonómicas incrementan el riesgo de lesiones musculoesqueléticas crónicas, que afectan la productividad y la calidad de vida.
El teletrabajo en espacios reducidos puede conllevar sobrecarga mental y estrés
El estrés y la sobrecarga mental también son efectos recurrentes del teletrabajo en espacios reducidos. La ausencia de una separación física entre el área laboral y el hogar dificulta establecer límites claros, provocando jornadas más largas, interrupciones constantes y sensación de estar “siempre conectado”. Además, compartir el espacio con familiares o compañeros de habitación puede generar conflictos, reducir la concentración y aumentar la ansiedad.
La salud física se ve afectada por la menor actividad física y la exposición a factores ambientales inadecuados. En viviendas pequeñas, la ventilación y la iluminación pueden ser insuficientes, aumentando la fatiga visual, dolores de cabeza y somnolencia. La reducción de movimientos, pausas activas o desplazamientos cotidianos también contribuye al sedentarismo, con implicaciones para el peso corporal, la circulación sanguínea y la salud cardiovascular.
Algunas estrategias que puedes implementar
Para mitigar estos riesgos, es fundamental implementar estrategias prácticas de adaptación. Ajustar la altura de la pantalla, usar soportes para laptops, emplear sillas con respaldo adecuado y organizar el espacio de manera que se puedan alternar posturas son medidas simples pero efectivas. Establecer horarios claros, pausas regulares, momentos de desconexión y rutinas de ejercicio corto dentro del hogar ayuda a reducir estrés y mantener la salud física.
El teletrabajo en hogares pequeños en México ofrece ventajas, pero también genera desafíos reales en términos de ergonomía, estrés y salud física. Reconocer estos efectos y aplicar medidas preventivas permite que los beneficios del trabajo remoto se aprovechen sin comprometer el bienestar de los trabajadores, promoviendo entornos más saludables y sostenibles dentro del hogar.
