La ética en medicina es una de las partes más importantes aunque en ocasiones no se le presta la suficiente atención. No sólo se trata del trabajo que realizan los profesionales de la salud sino también las universidades, hospitales y el sistema sanitario en general. ¿Pero entonces qué se puede y debe cambiar?
Pero antes, ¿qué es la ética en medicina?
La ética en medicina es la rama que estudia los principios y valores que deben guiar la práctica médica. Su objetivo es asegurar que las decisiones y acciones de los profesionales de la salud respeten la dignidad, los derechos y el bienestar de los pacientes.
Promover la ética en los futuros médicos es fundamental para asegurar una práctica profesional humana y de alta calidad. No se trata sólo de conocer principios, sino de vivirlos.
Para poner ejemplos, la ética se aplica en situaciones como la obtención del consentimiento informado, el manejo de información confidencial, el trato a pacientes terminales y la investigación médica.
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Principios básicos de la ética médica
- Autonomía: respetar el derecho de los pacientes a tomar decisiones informadas sobre su salud.
- Beneficencia: actuar en beneficio del paciente, buscando siempre su bienestar.
- No maleficencia: evitar causar daño intencionado.
- Justicia: garantizar un trato equitativo y acceso justo a los recursos de salud.
Guía para promover los valores adecuados
A partir de lo anterior, te compartimos algunos consejos que se deben seguir para aplicar la ética en medicina. Desde las universidades hasta los propios estudiantes se deben involucrar y comprometer para lograr un mejor entorno en donde el paciente siempre debe ser la máxima prioridad.
¿Qué deben hacer las Facultades de Medicina y hospitales?
- Integrar la ética de forma transversal: La ética no debe ser solo una materia teórica en un semestre. Debe estar presente en todas las asignaturas clínicas, en los seminarios, en las discusiones de casos y en la práctica diaria. Los docentes deben buscar oportunidades para abordar dilemas éticos reales en todas las áreas.
- Modelos a seguir: Los profesores y médicos adjuntos deben ser ejemplos de conducta ética. Su forma de interactuar con pacientes, colegas y estudiantes, su honestidad y su compromiso con la integridad son la mejor enseñanza.
- Casos clínicos y discusiones guiadas: Utilizar casos clínicos reales o hipotéticos que presenten dilemas éticos complejos. Fomentar el debate abierto y la reflexión crítica sobre las diferentes perspectivas y las posibles soluciones, guiando a los estudiantes a justificar sus decisiones basándose en principios éticos.
- Simulación y role-playing: Crear escenarios simulados donde los estudiantes deban enfrentar situaciones éticas (como comunicar malas noticias, obtener consentimiento informado en circunstancias difíciles o manejar conflictos de interés). Esto les permite practicar habilidades de comunicación y toma de decisiones éticas en un entorno seguro.
- Fomentar la reflexión personal: Incorporar diarios reflexivos o ensayos donde los estudiantes puedan explorar sus propios valores, prejuicios y reacciones emocionales ante situaciones difíciles que observan o experimentan.
- Énfasis en el paciente como persona: Recordar constantemente que detrás de cada enfermedad hay un ser humano con una historia, emociones, miedos y deseos. Promover la escucha activa, la empatía y el respeto por la autonomía del paciente.
- Conocimiento de marcos éticos y legales: Asegurar que los estudiantes comprendan los principios de beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia, así como las leyes y normativas que rigen la práctica médica, el consentimiento informado, la confidencialidad.
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¿Qué deben hacer los estudiantes y futuros médicos?
- Cultivar la autoconciencia: Reflexiona sobre tus propios valores, prejuicios y cómo estos pueden influir en tus decisiones clínicas. Pregúntate cómo te sentirías si estuvieras en el lugar del paciente.
- Desarrollar la empatía: Además de la ética en la medicina es fundamental atender a otros como te gustaría que ellos lo hicieran contigo. Esfuérzate por entender las experiencias y perspectivas de tus pacientes. Escúchalos atentamente, observa su lenguaje no verbal y busca comprender su contexto personal y cultural.
- Buscar mentores éticos: Identifica a médicos que admiras por su integridad y su trato humano. Observa cómo abordan los dilemas éticos y no dudes en pedirles consejo o discutir situaciones complejas.
- No temas hacer preguntas: Si te encuentras ante un dilema ético o presencias una situación que te genera dudas morales, no dudes en preguntar a tus profesores, tutores o al comité de ética del hospital. Es mejor buscar orientación que actuar de forma indebida.
- Mantener la confidencialidad: Desde el primer momento, interioriza la importancia de proteger la información del paciente. Nunca comentes casos clínicos en público o con personas no autorizadas y maneja siempre la información de forma segura.
- Asumir la responsabilidad: Acepta tus errores, aprende de ellos y busca remediarlos cuando sea posible. La honestidad y la rendición de cuentas son pilares de la práctica ética.
No olvides que promover la ética en la medicina es un esfuerzo continuo y colaborativo que requiere el compromiso de las instituciones, los educadores y, sobre todo, de los propios estudiantes que un día serán los guardianes de la salud y la confianza de sus pacientes.