En los últimos años, la ciencia ha comenzado a descubrir una fascinante conexión entre el intestino y el cerebro, conocida como el eje intestino-cerebro. En este contexto, ha surgido un concepto innovador: los psicobióticos, un tipo específico de probióticos que pueden tener efectos positivos en la salud mental.
Los psicobióticos influyen en el estado de ánimo
Los psicobióticos son microorganismos vivos —principalmente cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium— que, al ser consumidos en cantidades adecuadas, no solo benefician la salud digestiva, sino que también influyen positivamente en el estado de ánimo, el estrés, la ansiedad e incluso la depresión.
Pero ¿cómo es posible que algo que ingerimos pueda afectar cómo nos sentimos emocionalmente? La respuesta está en la microbiota intestinal, ese vasto ecosistema de bacterias que habita en nuestros intestinos. Esta microbiota no solo participa en la digestión, sino que también produce neurotransmisores como la serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”, de la cual aproximadamente el 90% se produce en el intestino.
Los estudios sugieren que un desequilibrio en la microbiota intestinal —conocido como disbiosis— puede estar asociado con trastornos del estado de ánimo. Aquí es donde entran en juego los psicobióticos, ya que ayudan a restablecer ese equilibrio, reducir la inflamación intestinal (que puede influir en el cerebro) y mejorar la comunicación entre el intestino y el sistema nervioso central.
Pueden influir en la respuesta al estrés
Además, los psicobióticos pueden influir en la respuesta al estrés, modulando el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, que regula las hormonas del estrés como el cortisol. Algunas investigaciones han mostrado que personas que consumen ciertos psicobióticos presentan menores niveles de ansiedad, mejor calidad del sueño y mayor claridad mental.
Aunque los resultados son prometedores, es importante destacar que no todos los probióticos tienen efectos psicobióticos. Los beneficios dependen de la cepa específica, la dosis y la duración del consumo. Por eso, es recomendable buscar orientación profesional antes de iniciar cualquier suplemento.
Los psicobióticos abren una nueva puerta en el enfoque de la salud mental, integrando el bienestar emocional con el cuidado del intestino. A través de la alimentación y la ciencia, se fortalece la idea de que mente y cuerpo están profundamente conectados, y que la salud mental también empieza por el intestino.