La robótica en la Medicina se ha convertido en una poderosa herramienta que ofrece múltiples beneficios. Uno de los usos más comunes es en la cirugía mínimamente invasiva porque se utiliza para llevar a cabo procedimientos complejos pero con una alta precisión. Pero de ninguna manera significa que sea el único porque hay más.
Pero antes, ¿qué es la robótica?
La robótica es una rama interdisciplinaria de la ingeniería y la ciencia que se ocupa del diseño, construcción, operación y aplicación de robots. Su objetivo principal es crear máquinas que puedan realizar tareas de forma autónoma o semiautónoma, imitando o superando las capacidades humanas en ciertos aspectos.
¿Cómo se divide?
- Ingeniería Mecánica: Para el diseño de la estructura física del robot (brazos, ruedas, pinzas, etc.) y sus sistemas de movimiento (motores, engranajes).
- Ingeniería Electrónica: Para los sistemas eléctricos y electrónicos que controlan al robot (circuitos, sensores, actuadores, fuentes de energía).
- Ciencias de la Computación / Inteligencia Artificial (IA): Para el “cerebro” del robot, es decir, el software que le permite procesar información, tomar decisiones, aprender y ejecutar tareas. Esto incluye algoritmos de control, visión por computadora, procesamiento del lenguaje natural y aprendizaje automático.
- Ingeniería de Control: Para desarrollar sistemas que permitan al robot realizar movimientos precisos y estables, y mantener su equilibrio.
- Matemáticas y Física: Fundamentales para el modelado de movimientos, la cinemática, la dinámica y la interacción del robot con su entorno.
¿Cómo se utiliza la robótica en la medicina?
La robótica se ha integrado de manera significativa en la medicina actual porque ha transformado la forma en que se diagnostican, tratan y gestionan las enfermedades. Su aplicación va mucho más allá de la mera automatización porque aporta precisión, seguridad y eficiencia a diversos procesos.
El otro uso de la robótica dentro de los hospitales
Por otra parte, la robótica también forma parte de otros campos en la Medicina y dentro de la lista se encuentra la Neurología.
Con esto en mente, es necesario hablar acerca de la Enfermedad Vascular Cerebral (EVC), también conocida como infartos cerebrales, es una de las principales causas de discapacidad adquirida en adultos porque deja secuelas que afectan gravemente la movilidad, el habla, el equilibrio y la autonomía personal.
En México los EVC son la cuarta causa de mortalidad en personas mayores de 45 años. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante el 2021 se reportaron más de 37,000 defunciones a causa de esto. Además, cada año se registran aproximadamente 170 mil casos, lo que representa un desafío importante para el sistema de salud nacional.
“Después de sufrir un Accidente Cerebrovascular, la mayoría de los pacientes presenta una pérdida parcial o total de la función motora. Iniciar un programa de rehabilitación lo antes posible, idealmente dentro de las primeras semanas después del evento, mejora significativamente las posibilidades de recuperar la movilidad y reduce el riesgo de complicaciones a largo plazo”, comenta el Dr. Arturo Pichardo, médico cirujano especialista en rehabilitación.
Utilidad en la rehabilitación de la EVC
Frente a esta realidad, la terapia robótica ha emergido como una innovación para complementar los tratamientos de rehabilitación tradicionales. Mediante el uso de dispositivos robóticos que asisten y guían el movimiento de las extremidades afectadas, se acelera la recuperación motora y el proceso de neuroplasticidad.
“Aunque la rehabilitación no revierte el daño cerebral, es clave para que los pacientes recuperen el control sobre su cuerpo y su vida cotidiana”.
Estos dispositivos permiten fortalecer las vías motoras residuales y facilitar la recuperación funcional a través de movimientos repetitivos y coordinados. El principio detrás de esta terapia es aprovechar la neuroplasticidad del cerebro, es decir, su capacidad para reorganizarse y establecer nuevas conexiones neuronales después de una lesión.