• Un estudio analizó el panorama actual en 7 países de Latinoamérica.
• El 90 por ciento de los expertos urgen a crear programas de educación al paciente sobre estilos de vida saludables y acceso a medicamentos.
• El 90% de los entrevistados coinciden en la necesidad de unir esfuerzos, vincular a la sociedad civil y al sector privado en la lucha contra estas patologías.

Las Enfermedades No Transmisibles impactan la calidad de vida de millones de personas. Además generan altos costos para los sistemas de salud y han sido denominadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como la gran epidemia de nuestro tiempo, por lo que se requieren acciones inmediatas para detener la epidemia.

Situación actual en Latinoamérica

Al respecto, la consultoría LLYC elaboró el informe “Hábitos que cuestan la vida: La epidemia de las Enfermedades No Transmisibles”. El objetivo es evaluar oportunidades, desde la perspectiva de la comunicación, para contribuir en la lucha contra estas enfermedades junto con expertos de México, Panamá, Colombia, Argentina, República Dominicana, Ecuador y Brasil.

El informe resume los hallazgos en documentos y fuentes de información de los ministerios de salud, sociedades de salud pública, centros de estadísticas en salud en 7 países de Latinoamérica y explora la percepción de 38 expertos latinoamericanos de sociedades médicas, gobiernos, academia, grupos de pacientes, organizaciones de la sociedad civil, empresas y gremios en el diagnóstico, tratamiento, necesidades y oportunidades para obtener mejores resultados al tratar con enfermedades como las cardiovasculares (infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares), los cánceres, las enfermedades respiratorias crónicas (como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma) y la diabetes.

Falta modificar los estilos de vida

Este reporte, que tiene un enfoque en la prevalencia, consecuencias y factores modificables de las Enfermedades No Transmisibles y contrasta los hallazgos que definen las estrategias actuales de promoción y prevención en salud como insuficientes, dio a conocer que el 90 por ciento de los expertos señalan que uno de los desafíos para enfrentarlas y reducir la carga en los sistemas de salud es crear programas de educación al paciente sobre estilos de vida saludables y acceso a medicamentos.

Mientras que el 80% señalaron la necesidad de fortalecer la atención primaria; y el 5% menciona la importancia de luchar contra la contaminación del aire, del agua y estar atentos a los precursores cancerígenos en los alimentos.

También en el informe se destacó la urgente necesidad de cambiar el enfoque de un modelo curativo a un modelo preventivo. El 97% de los encuestados respondieron como primera recomendación o exigencia a los gobiernos la necesidad de enfocarse en la prevención para mejorar la tasa de diagnóstico oportuno.

Es importante comentar que los expertos señalaron que hoy las políticas existentes se centran en la atención de las enfermedades y no en la prevención. Además de que el 9 de cada 10 encuestados coincide en que los pacientes no tienen una cultura de adherencia al tratamiento.

También se muestra que el 90% de los encuestados coincidieron en la necesidad de unir esfuerzos, vincular a la sociedad civil y al sector privado para obtener mejores resultados en la lucha contra estas enfermedades y mejorar la calidad de vida de las personas.

En importante resaltar que en el caso de México, la OPS señaló que el país ejerce un insuficiente gasto de apenas 3% del PIB destinado al sector salud y que además existen otros desafíos como la infraestructura médica que limita la detección y tratamiento de las Enfermedades No Transmisibles más frecuentes como el cáncer, debido a la dificultad en el acceso a los servicios de salud y la tecnología disponible, así como la accesibilidad a centros médicos o la falta de especialistas y medicamentos.

Por otra parte, El Programa Sectorial de Salud 2020-2024, no establece ninguna política pública nacional en materia de Enfermedades No Transmisibles, sino que enuncia acciones específicas para mejorar la cobertura, el acceso equitativo y la calidad en servicios de salud para el diagnóstico y tratamiento oportuno para reducir su incidencia en la población.

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