Vivimos en una era en la que muchas de nuestras actividades diarias ocurren sentados: trabajamos frente al ordenador, nos desplazamos en coche, y descansamos viendo series en el sofá. El problema es que este estilo de vida tan común tiene un nombre y un precio: sedentarismo, y puede afectar mucho más de lo que imaginamos.
El sedentarismo no es simplemente “no hacer ejercicio”. Se refiere a pasar demasiadas horas del día sin movimiento, especialmente sentado o tumbado. Y aunque hagas ejercicio una hora al día, si el resto del tiempo lo pasas sin moverte, los riesgos para la salud siguen estando ahí.
Diversos estudios han demostrado que el sedentarismo está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad, algunos tipos de cáncer e incluso deterioro cognitivo. Además, también puede afectar tu salud mental, favoreciendo estados de ánimo bajos, ansiedad y fatiga.
La buena noticia es que romper con el sedentarismo es más fácil de lo que parece, y no requiere cambios drásticos ni equipos especiales. Aquí algunos consejos para activarte en el día a día:
1. Haz pausas activas
Cada 30 o 40 minutos, levántate, estírate, camina unos pasos o haz unos movimientos simples. Poner una alarma o recordatorio puede ayudarte a no olvidarlo.
2. Aprovecha cualquier excusa para moverte y así evitarás el sedentarismo
Sube escaleras en lugar de usar el ascensor, baja una parada antes del transporte público, camina mientras hablas por teléfono o haz tareas del hogar con más energía.
3. Incorpora más actividad en tu rutina
No tienes que ir al gimnasio todos los días. Una caminata al aire libre, una clase corta en casa o incluso bailar tu canción favorita cuenta.
4. Cambia tu espacio de trabajo para evitar el sedentarismo
Si puedes, prueba a trabajar de pie algunas horas al día o usar un escritorio ajustable. También puedes hacer reuniones caminando o llamadas de pie.
El objetivo no es convertirnos en atletas, sino movernos más y sentarnos menos. Tu cuerpo está hecho para estar en movimiento, y cuando se lo das, responde con más energía, mejor ánimo y una salud más fuerte.
Empieza poco a poco, hazlo parte de tu día y verás que evitar el sedentarismo no solo es posible, sino que también se siente bien.