La teleenfermería se engloba dentro de la telesalud y de los cuidados de la enfermería a distancia. Aunque son muchos los matices que hacen referencia a la teleenfermería aunque, básicamente, significa “a distancia” y representa muy bien de lo que se habla cuando decimos telesalud o telemedicina.
Básicamente, se puede decir que la teleenfermería es la asistencia que se produce en un contexto sanitario y que está mediada por distancia físico. Resumiéndolo mucho se podría decir que es “salud a distancia“.
¿Cuáles son las ventajas de la teleenfermería?
Los servicios de tipo de telesalud están viviendo un gran desarrollo en los últimos años y son muchas las instituciones que la están incorporando, ya que son muchas las ventajas que presenta, entre las que se pueden destacar las siguientes:
- Mayor acceso a los servicios de salud por parte de los ciudadanos, sobre todo a aquellos que viven en áreas muy dispersas y zonas remotas, dotándoles de acceso a profesionales y especialistas.
- Disminución en los tiempos de espera y mejoras en el diagnóstico y tratamiento, el cual puede realizarse en el propio lugar de residencia del paciente.
- Mayor seguridad en el trabajo de los profesionales, que disponen de mejor información y acceso a otros profesionales y especialistas.
- Mejoras en el servicio de participación de los ciudadanos, que perciben este tipo de servicios de teleenfermería de forma muy positiva.
- Reducción en el número de recursos empleados y mejora de los costes de aplicación de servicios.
- Mejora en el control y adherencia al tratamiento de los pacientes, lo que redunda en una mayor implicación y, a la larga, una disminución en el número de ingresos y exacerbaciones de procesos crónicos.
- Mayor coordinación entre los diferentes servicios y mejor gestión de los recursos.
Limitaciones de la telesalud
Eso sí, a pesar de tener muchas ventajas, la teleenfermería también puede tener ciertas limitaciones , entre loas cuales se pueden nombrar las siguientes:
- La propia falta de implementación de los proyectos pilotos que, en muchas ocasiones, no terminan de incorporarse por falta de planificación o recursos.
- El bajo nivel de acceso a las tecnologías de la población o las barreras de uso por parte de los profesionales, que no disponen de competencias específicas.
- Problemas relacionados con el uso de los datos y la seguridad de la información, confidencialidad y privacidad.
- La falta de integración en la rutina profesional, realizándose, en muchos casos, como labor extra fuera de la jornada laboral.
- La falta de visión, a largo plazo, por parte de algunas administraciones de salud, lo que deriva en una baja asignación de recursos a largo plazo.
- Problemas a la hora de evaluar el valor que aportan, para la salud, este tipo de programas y su coste-efectividad.
- La poca interoperabilidad de los datos con otros servicios de salud o incluso en el seno de una misma organización.
- La no aceptación por parte de profesionales o pacientes.