El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), es una emergencia médica que ocurre cuando el flujo de sangre al cerebro se interrumpe, ya sea debido a un bloqueo en un vaso sanguíneo (ictus isquémico) o a la ruptura de un vaso sanguíneo (ictus hemorrágico). Reconocer los síntomas del ictus es crucial, ya que el tiempo es un factor crítico para minimizar el daño cerebral y salvar vidas.
Uno de los síntomas de ictus más común es el entumecimiento repentino de un lado del cuerpo
Uno de los síntomas más comunes es la debilidad o entumecimiento repentino en el rostro, brazo o pierna, especialmente en un lado del cuerpo. Esto puede manifestarse como una sensación de caída de la comisura de la boca, dificultad para levantar un brazo o una pierna, o una sensación de adormecimiento repentino en una parte del cuerpo.
La dificultad para hablar o comprender el lenguaje también es un síntoma característico de un ictus. Las personas afectadas pueden experimentar confusión repentina, dificultad para encontrar las palabras adecuadas o para entender lo que se les dice. En algunos casos, el habla puede tornarse incoherente o dificultosa de entender.
Los problemas de visión también pueden ser un signo de advertencia de un ictus. Esto puede manifestarse como visión borrosa, pérdida de visión en un ojo o visión doble. Algunas personas también pueden experimentar una pérdida repentina de la visión en un lado del campo visual.
También puede existir pérdida de equilibrio
Los síntomas del ictus también pueden incluir dificultad para caminar, pérdida de equilibrio o coordinación, mareos repentinos o una sensación de vértigo. Estos síntomas pueden hacer que la persona afectada tenga dificultades para moverse o mantenerse en pie.
Además de estos síntomas principales, es importante estar atento a otros signos de un posible ictus, como dolor de cabeza repentino e intenso, especialmente si se acompaña de otros síntomas mencionados anteriormente, y la aparición súbita de confusión, dificultad para entender o recordar información, o cambios repentinos en el estado de ánimo o la personalidad.
Si alguien muestra alguno de estos síntomas, es crucial buscar atención médica de inmediato. Llamar a los servicios de emergencia y trasladar a la persona afectada a un hospital lo más rápido posible puede marcar la diferencia en su recuperación y minimizar el daño cerebral. El tiempo perdido es tejido cerebral perdido, por lo que actuar con rapidez es fundamental en caso de sospecha de un ictus.