A lo largo de los últimos años los consultorios anexos a farmacias se han posicionado como uno de los negocios más redituables en nuestro país. Su crecimiento exponencial es la señal más clara del éxito económico del negocio. Aunque al mismo tiempo, también han provocado una división de opiniones entre los propios profesionales de la salud. Mientras algunos consideran que denigran al gremio, otros afirman que se trata de una opción de empleo.
El crecimiento de los consultorios médicos económicos
En ese sentido, parte de la popularidad de este tipo de negocios se basa en dos aspectos. El primero es el precio económico que ofrecen a los pacientes. En la actualidad existen alrededor de 70 millones de mexicanos que no cuentan con acceso a seguridad social. De ellos, la mayoría no tienen los suficientes ingresos para costear un servicio privado de salud.
Y el segundo factor que ha beneficiado la expansión de los consultorios anexos a farmacias es la demora que existe en el sector de la salud pública para ser atendidos. La mayor queja de los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) es que deben formarse durante horas para poder ingresar al consultorio. Por lo tanto, muchas personas prefieren otras opciones que ofrezcan un servicio automático.
¿Médicos expuestos ante el Covid-19?
Ahora bien, durante la actual contingencia sanitaria muchos mexicanos han tenido dudas con respecto a su estado de salud. Para identificar si padecen alguna otra enfermedad respiratoria o si se podría tratar de un caso de Covid-19 prefieren acudir al consultorio económico más cercano a su domicilio. Pero entonces ahora el inconveniente es la integridad de los propios pacientes y médicos.
Con base en un reportaje publicado por el periódico Milenio se identificó que no todos los consultorios anexos a farmacias cuentan con las medidas de higiene básicas que exige la Jornada Nacional de Sana Distancia.
El video denuncia que las butacas ubicadas a las afueras de los consultorios no son desinfectadas de forma constante. Es un error grave si se considera que la mayor parte del tiempo son ocupadas por personas enfermas.
En cuanto al interior del consultorio, los médicos deben de desinfectar ellos mismos su espacio de trabajo después de atender a cada paciente. Además no existe un protocolo real con respecto a cómo deben de actuar en caso de detectar un caso sospechosos de Covid-19. Uno de los entrevistados menciona que se canaliza al paciente al hospital, mientras que otro dice que sólo toma los datos y le recomienda reposo en su hogar.
Las fallas continúan con el personal que atiende las farmacias ubicadas a un costado. Algunos de ellos han recibido caretas de protección pero otros permanecen expuestos. Además no todos portan guantes durante su jornada de trabajo.
Mientras que las medidas de higiene deberían de estar presentes en cualquier época del año, hoy más que nunca se requieren con exigencia. No sólo está en riesgo la salud de todas las personas que acuden a este tipo de negocios sino también la de los médicos y trabajadores de farmacias que continúan con sus labores durante la contingencia.
¿Y tú consideras que los consultorios anexos a farmacias han implementado las medidas de higiene suficientes durante la actual contingencia?