Desde hace poco más de un año el mundo enfrenta una de las crisis más severas de la era moderna. La culpable es la Covid-19 y sus afectaciones se pueden apreciar en todos los ámbitos. Mientras que de manera constante se realizan investigaciones que han permitido actualizar los conocimientos. Tan solo al inicio de la pandemia se pensaba que los niños y adolescentes eran inmunes pero ahora se sabe que no es así. En tanto que uno de los mayores descubrimientos que se han hecho es el riesgo que ellos enfrentan para desarrollar el Síndrome Inflamatorio Multisistémico Infantil (MIS-C).
Desde finales del año pasado los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) advirtieron de esta condición. Aunque es exclusiva de los infantes todavía no se ha podido identificar con precisión por qué algunos lo desarrollan y otros no.
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dio a conocer a finales de julio que se habían notificado seis mil 681 casos en 24 países y territorios de América. Mientras que de ellos hasta ese momento había 135 decesos, por lo que se le considera un problema mortal que no se debe de subestimar.
¿Cómo se identifica?
De acuerdo con las investigaciones, el MIS-C suele provocar afectaciones en el corazón del paciente y por lo regular se presenta de dos a seis semanas después de la infección. Al inicio de la emergencia sanitaria se pensó que todo era provocado por la Enfermedad de Kawasaki pero después se observó que no era así.
Ahora bien, el Dr. Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, señaló que los adolescentes que tienen alguna comorbilidad deberían recibir prioridad para recibir la vacuna contra la Covid-19 lo antes posible. En ese sentido es preciso recordar que algunos países como Canadá, México y Estados Unidos ya autorizaron la aplicación de la vacuna de Pfizer en jóvenes de 12 a 16 años.
El origen de la relación
Mientras que ahora novedad es una investigación realizada por personal del Hospital Mount Sinai de Nueva York y publicada en la revista Nature Communications. Es la primera que señala de forma clara la relación entre el MIS-C y la Covid-19.
El estudio señala específicamente que en los casos de MIS-C las células T CD8+ se encuentran en estado de agotamiento, lo que podría debilitar la respuesta inmunitaria inflamatoria. Además se menciona que hay nueve reguladores clave en la red de genes responsables de la relación y uno de ellos es el TBX21.
Precisamente lo anterior sería lo que provocaría que algunos niños infectados pasen de una enfermedad leve al desarrollo del MIS-C. En tanto que cuando eso ocurre se genera una inflamación grave de órganos y tejidos como el corazón, los pulmones, los riñones, el aparato digestivo, el cerebro, la piel o los ojos.