Dado que la diabetes se trata de una enfermedad que inicialmente puede parecer, en algunos casos, asintomática, muchos de tus pacientes podrían presentar dicho padecimiento sin estar conscientes de ello. Al respecto, un reporte realizado por Johnson & Johnson señala que tan sólo en México existen 6.5 millones de personas que viven con diabetes, y cerca del 50 por ciento de las mismas (3.2 millones de personas) lo ignora.
Por si fuera poco, se calcula que para 2030 más de 200 millones de personas en Latinoamérica padecerán de diabetes tipo 2, enfermedad que acabará anualmente con la vida de 2.8 millones de personas anualmente.
Asimismo es importante recordar que en nuestro país 7 de cada 10 personas mayores de 25 años presenta sobrepeso y obesidad, mientras que 2 millones de personas presentan obesidad mórbida, todos ellos factores de riesgo que potencian el desarrollo de la diabetes.
Sin embargo, cabe destacar que no sólo las personas con exceso de peso son susceptibles de desarrollar diabetes pues en el desarrollo de esta enfermedad también influyen otros factores como son la carga genética, el historial familiar, la edad y los hábitos alimenticios de cada paciente.
Sabemos que tú puedes identificar la diabetes fácilmente, pero ¿pueden hacerlo tus pacientes? Recuérdale mantenerse muy al pendiente de los siguientes 7 síntomas, con su respectiva explicación:
Mucha sed y necesidad de orinar frecuentemente
Explica a tu paciente que si tiene diabetes, el exceso de glucosa o azúcar en la sangre se acumula y sus riñones se ven obligados a trabajar más de lo normal con el objetivo de filtrarlo y absorberlo. Asimismo, explícale que el exceso de glucosa se expulsa a través de la orina, razón por la que, de padecer diabetes, acudirá con mayor frecuencia al baño, situación que podría conducir a una deshidratación.
Fatiga
Recuérdale que una persona con diabetes puede sentir mayor cansancio debido a que su cuerpo no cuenta con la insulina suficiente para lograr que el azúcar en su sangre ingrese a las células, donde debería de ser transformado en energía.
Pérdida de peso
No olvides señalar a tu paciente que debe estar muy pendiente de su peso, pues orinar con frecuencia le hará perder glucosa y calorías que se reflejarán en su peso. Del mismo modo, explícale que, al encontrarse impedido para que el azúcar que consume se transforme en energía, su cuerpo buscará conseguirla de otra manera y esto impactará su peso, especialmente si padece de diabetes tipo 1.
Visión borrosa
Explica a tu paciente que de tener diabetes podría experimentar visión borrosa como consecuencia de una elevada cantidad de azúcar en la sangre, la cual al flotar en el torrente sanguíneo extrae líquido de los tejidos del cuerpo, incluidos los cristalinos de los ojos, falta de líquido que podría afectar la capacidad del ojo para enfocar. Vale la pena también recordarle que si el problema se agudiza puede derivar en la disminución de la vista en incluso llegar a la ceguera.
Llagas que demoran en sanarse e infecciones frecuentes
Aunque no se sabe a ciencia cierta la causa de esto, explica a tu paciente que quienes padecen diabetes suelen presentar este tipo de lesiones, las cuales también cuentan con un mayor riesgo de infección.
Entumecimiento o sensación de hormigueo en los pies
Explica a tu paciente que un nivel elevado de azúcar o glucosa en la sangre puede derivar en una neuropatía diabética, que no es otra cosa que daño en sus terminaciones nerviosas. Señálale que este síntoma también puede presentarse como una sensación de ardor en los pies.
Encías rojas, hinchadas o adoloridas
Recuérdale a tu paciente que la diabetes puede debilitar la capacidad de su cuerpo para combatir los gérmenes, situación que aumenta considerablemente la probabilidad de desarrollar infecciones en diferentes partes del cuerpo, como las encías.

Otros factores en los que tu paciente también debe de prestar especial atención son:
- Tener sobrepeso.
- Haber padecido de diabetes durante un embarazo (diabetes gestacional).
- Tener antecedentes familiares de diabetes.
Además de permanecer atento ante la aparición de cualquiera de los síntomas anteriores, también vale la pena recomendar a tus pacientes llevar una adecuado control de sus niveles de glucosa, realizar actividad física de manera regular y llevar una alimentación equilibrada, así como solicitarles la realización periódica de controles de azúcar en sangre durante sus chequeos médicos de rutina.
Al solicitar a tus pacientes que tomen estas medicas lograrás evitar la aparición y avance de complicaciones médicas típicas de la diabetes como pueden ser problemas renales, cardiacos, oculares, amputaciones e incluso coma diabético, por mencionar algunos.