La historia de la telemedicina es más extensa de lo que muchos piensan. En especial a partir del 2020 ha tenido un aumento exponencial pero no significa que sea un invento del Siglo XXI. De hecho sus orígenes se remontan a varias décadas en el pasado y ha crecido junto con el desarrollo de la tecnología.
Si algo distingue a la medicina es que no es estática sino que se encuentra en constante transformación. De la misma forma en que se le pide a los doctores mantenerse actualizados, ocurre lo mismo con la forma de atender a los pacientes porque siempre está en constante cambio.
Pero antes, ¿qué es la telemedicina?
La telemedicina se refiere a la prestación de servicios de atención médica a distancia mediante el empleo de tecnologías de la información y comunicación (TIC’s). Incluye el uso de computadoras, cámaras, videoconferencias, Internet, comunicaciones inalámbricas y satélites para llevar la atención sanitaria a pacientes que no están físicamente en el mismo lugar que el profesional de la salud.
¿Qué modalidad de telemedicina existen?
- Consultas virtuales: Realizadas por teléfono o videollamada.
- Monitorización remota de pacientes: Uso de dispositivos que miden y envían datos de salud (ritmo cardíaco, glucosa, presión arterial) a los profesionales.
- Telediagnóstico: Diagnóstico a distancia a través de imágenes o datos.
- Teleinterconsulta: Comunicación entre profesionales de la salud para obtener segundas opiniones o discutir casos.
- Teleeducación: Capacitación a distancia para profesionales de la salud.
Historia y evolución de la telemedicina
La historia de la telemedicina es más larga de lo que se podría pensar porque sus orígenes están estrechamente ligados al desarrollo de las telecomunicaciones y la tecnología.
- Primeros indicios (Siglo XIX): Aunque no se usaba el término, el uso del telégrafo en la Guerra Civil de Estados Unidos (mediados del siglo XIX) para solicitar suministros médicos y reportar bajas o heridos puede considerarse un precursor. Posteriormente, la llegada del teléfono a principios del siglo XX permitió las primeras consultas verbales a distancia.
- Década de 1920: Se registran ideas y visiones futuristas, como la portada de una revista en 1925 que mostraba un “Diagnóstico por radio” a través de una videocomunicación.
- Década de 1950 y 1960: Es cuando se empiezan a ver las primeras aplicaciones prácticas de la telemedicina moderna, impulsadas por las necesidades en campos específicos:
- Ámbito espacial: La NASA utilizó sistemas para monitorear los parámetros fisiológicos de los astronautas en las misiones Mercury.
- Salud mental: En 1964, se implementó el primer video interactivo entre el Instituto Psiquiátrico de Nebraska y un hospital estatal.
- Conexiones entre hospitales: En 1967, se estableció un sistema de televisión interactiva entre el Hospital General de Massachusetts y el aeropuerto Logan de Boston para atender emergencias.
- Décadas de 1970 y 1980: Se propusieron más programas de telemedicina, aunque limitados por la tecnología de la época.
- Década de 1990 en adelante: Con el auge de Internet y las tecnologías digitales, la telemedicina comenzó a popularizarse y a expandirse exponencialmente.
- Pandemia de COVID-19 (2020): La pandemia fue un catalizador masivo para la adopción global de la telemedicina, ya que se convirtió en una herramienta esencial para mantener la continuidad de la atención médica, reducir la exposición al virus y evitar el colapso de los centros sanitarios.
Principales ventajas que ofrece la telemedicina
La telemedicina ofrece múltiples beneficios tanto para pacientes como para profesionales de la salud y el sistema sanitario en general.
Acceso a la atención médica
- Eliminación de barreras geográficas: Permite que personas en zonas rurales o aisladas, o aquellas con dificultades de movilidad, accedan a especialistas que de otra manera no estarían disponibles.
- Acceso a especialidades: Facilita la consulta con especialistas sin necesidad de largos traslados.
Comodidad y conveniencia
- Ahorro de tiempo y dinero: Reduce la necesidad de desplazamientos, lo que ahorra tiempo de viaje, costos de transporte y ausencias laborales o escolares.
- Flexibilidad de horarios: A menudo ofrece mayor flexibilidad para programar citas.
- Atención desde casa: Permite recibir atención en la comodidad y privacidad del propio hogar.
Reducción de riesgos
- Menor exposición a enfermedades: Disminuye el riesgo de contagio de enfermedades infecciosas (como durante la pandemia de COVID-19) al evitar salas de espera y contacto físico innecesario.
Empoderamiento del paciente
- Permite a los pacientes tener un mayor control sobre su salud a través de la monitorización remota y el acceso a su información médica.
Sostenibilidad ambiental
- Al reducir los desplazamientos, contribuye a una menor huella de carbono.
- A pesar de sus ventajas, es importante recordar que la telemedicina no reemplaza completamente la consulta presencial, especialmente cuando se requiere un examen físico detallado o procedimientos específicos. Sin embargo, complementa y amplía significativamente las opciones de atención sanitaria.