La Inteligencia Emocional (IE) es fundamental en cualquier sector y en el de la medicina no lo es menos. Sus orígenes no son muy antiguos. Si quieres conocer cuándo se formuló la primera teoría de IE y en qué consiste, no dejes de leer porque a continuación te los vamos a explicar.
La primera formulación teórica de la Inteligencia Emocional aparece en un artículo publicado en 1990 por parte de los psicólogos Peter Salovey y John Mayer. Dichos autores tratan de unir las diferentes líneas de investigación sobre inteligencia y emociones, definiéndola de una manera explícita y clara, y revisando las áreas de investigación que pueden ser relevantes para el concepto, como son la neurociencia y la psicología clínica.
Daniel Goleman la popularizó con su libro “Inteligencia Emocional”
Aunque esta línea de investigación permaneció oculta hasta que Daniel Goleman la popularizó en 1995 con su besteller “Inteligencia Emocional”, generando su difusión masiva tanto en el contexto académico como en el ámbito popular dando lugar a la proliferación de numerosos libros de divulgación y de autoayuda, algo que llevó a desdibujar el término.
En la actualidad, la IE se conceptualiza desde diversos modelos teóricos, a partir de los cuales se han generado diferentes instrumentos de evaluación. En la literatura especializada se puede encontrar una distinción entre aquellos modelos de Inteligencia Emocional que se focalizan en las habilidades mentales que permiten utilizar la información que nos proporcionan las emociones para mejorar el procesamiento cognitivo y aquellos que combinan o mezclan habilidades mentales con rasgos de personalidad, tales como la persistencia, entusiasmo, optimismo, etc.
Salovey y Mayer también han profundizado mucho en este concepto
Esta diferencia conceptual es de gran relevancia, ya que, según los modelos de habilidad, los diferentes aspectos de la IE se podrían mejorar a través de diferentes programas de entrenamiento especializados, mientras que según los modelos mixtos, algunos aspectos relacionados con la propia personalidad son difícilmente modificables.
Para Salovey y Mayer, la IE es concebida como una inteligencia genuina basada en el uso adaptativo de las emociones, de forma que el individuo pueda solucionar problemas y adaptarse de forma eficaz al medio. Desde esta perspectiva teórica, la Inteligencia Emocional se plantea como “la capacidad para percibir, valorar y expresar las emociones con exactitud; la capacidad para acceder y generar sentimientos que faciliten el pensamiento; la capacidad para entender la emoción y el conocimiento opcionalM y la capacidad para regular las emociones y promover el crecimiento emocional e intelectual”.
Se trata de un modelo jerárquico en el que, para llegar a las habilidades de mayor complejidad como el manejo emocional son necesarias cada una de las habilidades previas más elementales.
- Material dirigido solo a profesionales de la Salud
- Información realizada para profesionales de la salud en territorio latinoamericano
- Todo lo publicado en la plataforma es una recomendación, más no una prescripción o indicación médica