El hambre emocional aparece cuando comemos no porque el cuerpo lo necesite, sino para intentar calmar o distraernos de emociones difíciles como la tristeza, la ansiedad, la frustración o la soledad.
El hambre emocional aparece cuando comemos no porque el cuerpo lo necesite, sino para intentar calmar o distraernos de emociones difíciles como la tristeza, la ansiedad, la frustración o la soledad.