- El miedo a hablar en público puede ser, en muchos casos, incapacitante.
- En otras palabras, puede afectarnos en nuestro día a día interfiriendo en las actividades de la vida cotidiana y limitándonos.
- Este fenómeno también puede ser conocido como glosofobia.
La fobia a hablar en público, también conocida como glosofobia, ocurre cuando una persona tiene un temor intenso y no racional a hablar delante de otras personas. En el caso de que sea incapacitante, es decir, que afecte a la vida diaria de la persona, puede considerarse que se trata de una fobia social.
En muchas ocasiones se trata de un trastorno de ansiedad y en muchos casos ocurre dentro del trastorno denominado fobia social o del pánico escénico.
SÍNTOMAS
Los síntomas que aparecerían ante el hecho de hablar en público serían los mismos que en cualquier otro trastorno de ansiedad: aumento de la tasa cardíaca, sudores, temblores, sensación de ahogo, dolor en el pecho, problemas intestinales, desrealización o despersonalización, miedo a perder el control, pensamientos irracionales y obsesivos, etc.
Estrategias para gestionarlo
Ahora bien, para poder superar el miedo o que no se convierta en fobia social es recomendable seguir una serie de estrategias para poder gestionarlo.
A continuación, mencionamos algunas de las más importantes:
Rebajar expectativas y perfeccionismo.
Como hemos comentado, unas altas expectativas sobre la situación pueden llevarnos a tener miedo a hablar en público. Por ello, es importante que analices la situación y que pienses que no se debe tener éxito y ser competente en absolutamente todo lo que hacemos. Si no que tenemos que hacerlo lo mejor posible sin la necesidad de tener que llegar a la perfección patológica.
Controla el tema.
Es importante que te encuentres seguro con el tema que tienes que exponer. Por ello, es recomendable que leas sobre ello, que te prepares y que recopiles toda la información necesaria.
Ensayos.
Aunque parezca que no, es muy importante que puedas ensayar el tema. Puedes exponerte de manera gradual, es decir, primero hablar delante del espejo, luego hacerlo delante de gente de confianza para ir aumentando el público progresivamente. Además, si existe la posibilidad de que te puedan hacer preguntas, es importante que hagas un simulacro de qué posibles preguntas te podrían formular.
Auto instrucciones.
Darse a uno mismo mensajes o instrucciones positivas, también es muy eficaz. Podrías decirte cosas como “respira, tranquilo, tú puedes, todo va a ir bien, recuerda mirar a la gente a los ojos, etc.”.
Relajación.
Antes de la exposición también puedes practicar técnicas de respiración y relajación con el objetivo de detener la activación propia de la ansiedad.
Cuestiona tus pensamientos.
Durante el proceso, probablemente, aparezcan una serie de pensamientos irracionales como, por ejemplo: “no vas a poder con ello”, “se van a reír de ti” o “seguro que vas a hacer el ridículo”. Intenta rebatir y cuestionar estos pensamientos para que no te hagan tanto daño.
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