3 Errores comunes en la prescripción de medicamentos ¡Cuidado!

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Cuando se toman correctamente, los medicamentos recetados pueden mejorar la calidad de vida de un paciente y reducir su probabilidad de experimentar eventos adversos graves relacionados con una determinada afección. Sin embargo, cuando se toman incorrectamente, los medicamentos recetados pueden representar un daño significativo.

Si bien algunos errores de medicación pueden ser relativamente inofensivos, algunos tienen el potencial de ser fatales, como la combinación de un opioide con un sedante.

En el ámbito hospitalario no debería existir cabida para los errores en la prescripción de medicamentos. Sin embargo, la realidad es otra. Según las estadísticas, los errores de medicación pueden afectar hasta el 2% de los pacientes ingresados, y esto se debe a los errores de prescripción.

Es importante mencionar que no solo los médicos tienen la responsabilidad en el caso de los errores al momento de hacer las prescripciones.

También hay otros factores que pueden desviar la información emitida por el especialista. Entre ellas pueden estar la similitud fonética u ortográfica, la legibilidad y comprensión del farmaceuta o paciente. O, en el peor, de los casos la incompatibilidad en el organismo; la contraindicación por el consumo de otros fármacos y la interacción.

Por ello, los médicos se deben resguardar para evitar caer en estos errores y no tener que lamentar las consecuencias en algunos casos. El desarrollo de estrategias pueden generar grandes cambios. Por ejemplo, para evitar problemas de legibilidad o confusiones, lo mejor es optar por la prescripción computarizada o, en su defecto, récipes preimpresos. Esto, aunque parezca irrelevante, podría traer grandes cambios positivos en la prevención de errores.

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Ahora bien, no se pueden descartar los errores por eso agrupamos los 3 más comunes, entre ellos se destacan:

1. Errores de dosificación

Uno de los errores más comunes en cuanto a la dosificación se produce cuando las unidades de medidas son confusas. Si se confunden por ejemplo los miligramos por los microgramos se puede administrar hasta 1000 veces la dosis máxima.

Otro tipo de error de dosificación frecuente está relacionado con la abreviatura de frecuencias de administración, como por ejemplo “4xd”, dado que la “d” se puede interpretar como “días” o “dosis”.

Las prescripciones tienen que ser lo más precisa que se pueda, más no debe ser interpretativa. Aclarar puntos claves como el horario, la vía de administración, los horarios y las dosis correctas. Recomendaciones en este punto: siempre dejar un espacio entre el nombre del fármaco, los dígitos que representan la cantidad de principio activo y la unidad de medida.

2. Duplicidad terapéutica

Esto ocurre mayormente con los medicamentos con nombres similares o marcas genéricas. Y si se tienen dos o tres medicamentos con principios activos parecidos lo ideal es buscar la manera de identificarlas.

Con frecuencia ocurre que hay pacientes que llegan del extranjero y encuentran medicamentos con nombres comerciales muy parecidos a lo que acostumbran en su país, pero el principio activo es diferente. Por ejemplo en Ecuador Buprex es ibuprofeno; pero en España es Buprenorfina. Claro, aquí la responsabilidad es netamente del paciente por desconocimiento o exceso de confianza.

3. Errores relacionados con la administración según el criterio clínico o resultado analítico

En este punto los errores dependen de diagnósticos errados o bien que los márgenes dan pie a malas interpretaciones. Muchas patologías tienen síntomas similares que pueden llevar a dar diagnósticos no tan certeros. En algunos casos los resultados presentan una ambigüedad y los medicamentos recetados no son los correctos.  

 

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