El impacto del estrés laboral es tan profundo que, además de afectar la salud mental de los trabajadores y su rendimiento, es perjudicial para el desempeño de las empresas. Por ello, los empleadores necesitan un enfoque adecuado para atender esta problemática.
Lo que está claro es que, tal y como ha determinado el periodista de El Financiero, Alberto Tovar, en su columna del pasado viernes 17 de febrero que “una cantidad mínima de estrés permite elevar la productividad de las empresas; sin embargo, cuando se rebasan estos límites, los patrones necesitan tomar acciones para preservar la salud de sus trabajadores”.
Algunas herramientas como el coaching son efectivas para tratar con el estrés laboral. Sin embargo, las principales obligaciones de las empresas para evitar el problema radican en presentar un ambiente saludable y seguro para que los trabajadores se sientan cómodos.
¿Cómo afecta el estrés laboral a las personas y empresas?
En las personas, el estrés laboral tiene un impacto negativo y es que afecta gravemente al bienestar de los trabajadores ya que:
- Causa ansiedad, insomnio, depresión y una variedad de otros problemas de salud mental y física.
- Disminuye la motivación, la concentración y la productividad.
Esto pone en riesgo la rentabilidad de una empresa, ya que además de los resultados, el ambiente laboral se puede ver afectado.
¿Cómo pueden reducirlo las empresas?
Las empresas necesitan tomar acciones para que el entorno de la oficina sea saludable y esto se puede conseguir con:
- Un espacio ordenado y bien ventilado.
- Opciones de alimentación y pausas durante el día.
Respecto a la relación con los empleados, los patrones deben priorizar ciertos puntos para mejorar el ambiente laboral, con algunas tareas como:
- Gestionar la comunicación abierta y efectiva.
- Proporcionar un ambiente amigable.
- Asignar cargas de trabajo justas.
- Flexibilidad de horario y esquemas híbridos de presencia.
- Incluso hay empresas que brindan programas de ejercicio, meditación o zonas de relajamiento.