Sin duda alguna, a los niños les encanta participar en el día a día de nuestro hogar y hacer cosas por sí mismos. Esto les hace sentirse capaces y coger confianza en sí mismos, además de favorecer su desarrollo. Como padres, debemos fomentar la autonomía día tras día con pequeños retos acordes a su edad.
Algunos ejemplos para fomentar autonomía a tener en cuenta
Si no sabes cómo hacer para fomentar la autonomía en tu hijo, lo primero que tienes que hacer es adaptar los espacios de la casa a su edad y también preparar los materiales (evitando los que se rompan fácilmente como la cerámica o el cristal). Tras esto, estas son algunas de las cosas que puedes hacer en casa para hacer que tus hijos se valgan por sí mismos:
Poner un colgador a su altura en el recibidor para que cuelguen su abrigo al entrar. Asimismo, puedes poner un pequeño taburete o banquillo para que se siente y se quite los zapatos más cómodamente.
En los baños, también puedes poner un taburete en el inodoro para que pueda subir y bajar la tapa por sí mismo. Asimismo, puedes incluir un taburete o escalón en la zona donde se lava las manos para que pueda acceder mejor. Revisa, además, que la toalla, el cepillo de dientes y el jabón estén a su alcance.
El niño puede ayudar en las tareas de la casa
Puedes poner todos sus utensilios (cubiertos, vasos, platos, bols, etc.) en un cajón o armario bajo para que pueda cogerlos fácilmente, fomentando así su autonomía. Usar una torre de aprendizaje con la que colaborar mientras cocinamos es, asimismo, una buena opción, al igual que adaptar los utensilios a su edad, como los cuchillos.
En la habitación, es mejor que la cama sea baja, para que así pueda subir y bajar por sí solo. Puedes aprovechar también para que pueda hacer pequeñas elecciones como elegir el color de la camiseta o los calcetines, por ejemplo.
Por último, para fomentar la autonomía en el niño, puedes hacer que te ayude con las tareas de casa, eso sí, adaptándolas a su edad. A los 2-3 años, ya puede empezar a limpiar con un trapo, ordenar sus juguetes, regar las plantas o tirar cosas a la basura.
Como ves, fomentar la autonomía en los más pequeños no es difícil, solo hay que adaptar actividades cotidianas a su edad y altura, para que así los más pequeños se sientan realizados.