Algunos han descrito el arte de la medicina como el área gris donde la información sobre el diagnóstico y el tratamiento no están bien definidos. Aunque el arte de la medicina narrativa se extiende mucho más allá. Para los médicos es muy fácil alejarse de los pacientes pero son muchos los beneficios de la medicina narrativa para que el personal sanitario pueda reconectarse con sus pacientes.
Los pacientes tienen siempre historias y los profesionales médicos aprenden detalles personales cuando hacen preguntas sobre los antecedentes médicos, sociales y familiares de sus pacientes. Dependiendo de la compenetración que desarrollen, el proceso mediante el que recopilen información que guía su gestión puede ser dinámica y terapéutico.
Los cambios en el sector se han plasmado en la dinámica entre médicos y pacientes
La medicina ha cambiado mucho. Algunos de estos cambios han impactado la cultura de la misma medicina. Uno de esos cambios está en la dinámica que se ha establecido entre médicos y pacientes. Y es que las nuevas tecnologías y las demandas de documentación han disminuido el tiempo que un médico, su paciente y la familia de ese paciente pasan juntos.
Así que la integración de la tecnología puede brindar a los médicos las herramientas para ver verdaderamente a sus pacientes. Así la capacidad de los médicos para ver a su paciente como un ser humano completo y esta es la base para la confianza y la comprensión que ayudan al paciente a superar los momentos difíciles.
La medicina narrativa y sus beneficios
La medicina narrativa es un modelo propuesto que sirve para profundizar las relaciones entre el paciente y el sanitario y es que esta técnica es la unión de las humanidades médicas, la medicina biopsicosocial y la atención centrada en el paciente. Rita Charon es pionera en este campo y describe la medicina narrativa como la capacidad de reconocer, interiorizar, interpretar y emocionarse con las historias de la enfermedad.
La medicina está construida sobre las prácticas de la escritura reflexiva y el análisis literario cercano y requiere de escucha radical y una empatía profunda. Cuando los profesionales sanitarios desarrollan estas sensibilidades y las sensibilidades narrativas, se vuelven más empáticos con las historias compartidas por sus pacientes y más hábiles para concentrase en los aspectos emocionales del proceso de la enfermedad.
Así, la medicina narrativa ayuda a ver el contexto de las circunstancias de sus pacientes con mayor claridad y se vuelven más capaces de mirar más allá de los resultados de laboratorio y sus signos vitales. Se trata de una vía para reavivar la intimidad perdida cuando no ven a los pacientes solo como patología.