En la actualidad, existen diferentes tipos de ortodoncia y técnicas que los ortodoncistas utilizan para poder corregir la colocación y alineación de los dientes para garantizar una mejor estética y salud bucodental. Son diversas las opciones por lo que, en muchas ocasiones, los usuarios, no saben qué tipo de ortodoncia le conviene según sus necesidades bucodentales.
Existen diferentes factores que influyen en la elección de una u otra técnicas. A continuación te vamos a ofrecer todos los tipos que existen para que así los conozcas.
Ortodoncias fijas
Son aquellas que comprenden las técnicas que utilizan multibrackets. Es decir, se trata de los clásicos brackets que se pegan en los dientes. Es el tipo menos estético, aunque los avances en la ciencia médico-odontológica han conseguido una importante evolución, tanto a nivel ornamental como funcional.
Este tipo no puede ser retirada por el paciente, ya que se mantiene fija. Solo podrá ser manipulada por los profesionales y especialistas de la clínica dental en consulta. Actualmente, existen varios tipos de brackets más discretos y prácticos con modelos incluso pequeños e invisibles.
Dentro de las ortodoncias fijas se pueden identificar los siguientes tipos:
- Brackets metálicos: es la más tradicional y son bastante resistentes. Tratan problemas como alineación, tipo de mordida y posición de los dientes.
- Brackets de cerámica: destaca por su diseño y se puede combinar con el tratamiento anterior.
- Brackets de zafiro: son prácticamente invisibles. Gracias a su pequeño tamaño, evitan mejor las rozaduras.
- Ortodoncia lingual: se coloca en la parte interna de los dientes. Se fabrican con materiales resistentes que garantizan dureza y cierta maleabilidad.
Ortodoncias removibles
Son aquellas que pueden moverse. Esto significa que pueden ser retiradas y colocadas por los pacientes a la hora de comer o lavarse los dientes, por ejemplo.
El tipo más popular es Invisalign, cuya base son los alineadores transparentes fabricados en un material plástico muy novedoso. Se renueva cada dos semanas y es casi imperceptible.