Gracias a una amplia cobertura de vacunación que inicia en el primer año de vida y a una estrecha vigilancia epidemiológica, desde 2017 a la fecha el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no ha registrado casos de rubéola en nuestro país.
Al respecto, el Dr. Porfirio Hernández Bautista, coordinador de Programas Médicos de la Coordinación de Vigilancia Epidemiológica del IMSS, explicó que en la década de los noventa hubo años en los que se registraron 50 o más casos de este síndrome entre los derechohabientes.
México está libre de la rubéola
Por ello, dijo, en el año 2000 se introdujo en el país la vacuna sarampión-rubéola (SR) en adolescentes y adultos. Aunque la clave fue en el 2008 cuando se realizó una campaña de vacunación masiva con SR para la población de 19 a 29 años de edad, con el objetivo de eliminar la rubéola y el síndrome de rubéola congénita.
A partir de 2011 México entró en un proceso para la certificación de eliminación de estas enfermedades. Fue en 2015 cuando los países del continente americano fueron declarados zona libre de rubéola congénita.
El Dr. Hernández Bautista señaló que esto se ha logrado con una amplia cobertura de vacunación que desde 2010 a la fecha se ha mantenido arriba del 90 por ciento (con excepción de 2017, que fue de 89.4 por ciento). A su vez, en lo que va del presente año la cobertura de vacuna sarampión-rubéola (SR) y sarampión-rubéola-parotiditis (SRP) en México ya supera el 90 por ciento.
El especialista del IMSS señaló que a pesar de que en nuestro país ya no se han presentado casos de rubéola, en países de Asia y África aún prevalece esta enfermedad. Por lo tanto, ya sea por casos de migración o por turismo, pueden entrar a nuestro país personas que padecen la enfermedad.
Por ello, dijo, se realizan acciones de vigilancia epidemiológica que consideran la capacitación al personal operativo para identificar a personas con síntomas de rubéola, notificación oportuna y seguimiento de los casos en toda la población, niños, adultos y mujeres embarazadas que hayan tenido contacto con la persona sospechosa con el diagnóstico de esta enfermedad.
