El peor momento del coronavirus Covid-19 en México se viviría entre el 20 y 30 de marzo: UNAM

Con base en lo ocurrido con la crisis de influenza H1N1, México viviría un aumento exponencial de casos de coronavirus Covid-19 entre el 20 y 30 de marzo.

El mundo se encuentra en un momento crítico a raíz del brote de coronavirus Covid-19. El problema ha escalado en peligro que inclusive la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya lo clasificó como pandemia. Aunque a pesar de que se espera que el inconveniente sea controlado a la brevedad, tal vez no ocurra así.

En ese sentido, es pertinente analizar lo que actualmente ocurre en México y los posibles escenarios que se podría presentar. Primero, se debe recordar que el primer contagio en el país ocurrió el 27 de febrero. A la fecha suman 12 los casos confirmados, además de que existen al menos otros 200 que se manejan como sospechosos y permanecen bajo revisión.

Ahora bien, nuestro país cuenta con el antecedente de la crisis causada por la epidemia de influenza tipo A (H1N1). En ese entonces el Dr. Gustavo Cruz, integrante del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), colaboró en el diseño de un modelo matemático capaz de determinar la velocidad de los contagios, la fecha en que se registrarían los casos y la efectividad de las medidas de contención aplicadas en ese entonces, por lo que consiguió índices de predicción muy altos.

Con base en esa experiencia, el académico hoy trabaja en una modelación que anticipa el comportamiento del nuevo coronavirus Covid-19 en el país. Los datos obtenidos indican dos cosas: la propagación de la enfermedad, la cual ya inició, pero además el punto máximo del brote infeccioso, el cual ocurriría entre el 20 y el 30 de marzo.

Dicho lo anterior, el Dr. Cruz señala que será hasta dentro de dos o tres semanas cuando el número de contagios en México se eleve de forma exponencial, por lo que saber esto con anticipación es una buena medida para prepararnos ante la epidemia inminente.

La base de este trabajo es un modelo clásico de 1927 ideado por los médicos escoceses W. O. Kermack y A. G. McKendrick, el cual emplea un sistema de ecuaciones diferenciales a fin de detallar cómo surge un brote infeccioso, su crecimiento, en qué momento alcanza su máximo y cómo después decae, todo ello a partir de dos parámetros: uno biológico y otro social. En este caso, hemos complementado estas ecuaciones diferenciales con difusión clásica para formar lo que se conoce como un sistema de reacción-difusión.

La efectividad de las medidas preventivas

A últimas fechas el gobierno chino ha sido criticado en los medios por poner en cuarentena a todos los ciudadanos de Wuhan, aunque a decir del profesor Cruz, dicha estrategia es una de las más efectivas para contener la dispersión del virus, como demuestran los modelos matemáticos usados en 2009, cuando se decidió cerrar la Ciudad de México y se aplicó un esquema similar que condujo a la suspensión de toda actividad académica primero en universidades y preparatorias, y luego en educación básica.

Hay quienes calculan que el R0 de este nuevo coronavirus podría ir de 1.5 a cuatro, lo cual nos plantea un intervalo muy grande, aunque a partir de lo observado en Wuhan estimamos que esta cifra es de 2.5. Tan sólo para contrastar, diremos que el número reproductivo básico del virus H1N1 era de 1.7, lo que nos da un atisbo de lo que podría venírsenos en breve”.

Plan poco efectivo de Trump

En contraste, el especialista en modelos matemáticos indica que el plan de Donald Trump de cancelar todos los vuelos procedentes de China a fin de frenar el virus es de los menos efectivos, pues los modelos matemáticos predicen que esto retrasará los brotes en apenas pocos días, sin que por ello disminuyan el número de casos ni el ritmo de la infección.

Cuarentena, la mejor opción

A partir de este tipo de reflexiones, el investigador del IIMAS señala que, de entre todas las medidas de contención, la única realmente efectiva es la cuarentena, aunque eso no es obstáculo para proponer otras.

Por ejemplo, en el Aeropuerto Internacional de México no se está haciendo nada por el momento, pese a que sería muy fácil instrumentar medidas tan simples como las de formar a todos los pasajeros que desaborden y hacer que se froten las manos con gel sanitizante antes de salir a la sala de espera. Quizá sólo esto tenga mayor impacto que vetar todo vuelo proveniente de Italia o de China.

Rodrigo Rojas
Editor web del portal Saludiario, único en México especializado en la industria de la salud. Contacto: [email protected]