Las arritmias se presentan por afectaciones en el sistema eléctrico del corazón. Pueden ser originadas por alguna enfermedad crónica no controlada como hipertensión arterial.
¿A qué edad ocurren?
La alteración del ritmo cardíaco se presenta a cualquier edad. En el caso de los niños una de las causas frecuentes es una malformación congénita. Mientras que en los adultos mayores puede deberse al crecimiento del corazón provocado por el proceso de envejecimiento.
Las más frecuentes en México son:
Las taquicardias supraventriculares son las arritmias más frecuentes que se presentan en los pacientes que buscan atención médica (urgencias o consulta externa). Siendo un problema clínico que se presenta en diferentes áreas hospitalarias. Genera costos significativos por el tratamiento, incremento de la estancia hospitalaria y de complicaciones dentro y fuera del hospital.
En la mayoría de las ocasiones, no se realiza el diagnóstico y no se ofrece un tratamiento oportuno y adecuado, incrementando la morbilidad y deteriorando la calidad de vida
¿Qué signos indican arritmia?
Tener más de 120 latidos del corazón por minuto y en forma desordenada indica la presencia de una arritmia cardiaca (fibrilación auricular). La cual puede estar asociada con diabetes e hipertensión en personas mayores de 50 años de edad. Pero también en jóvenes que hacen ejercicio físico vigoroso durante más de cuatro horas a la semana.
Esta enfermedad es la primera causa de atención en las áreas de urgencias de los hospitales. Afirmó Gerardo Rodríguez Diez, médico adscrito a la Unidad de Arritmias del Centro Médico Nacional (CMN) 20 de Noviembre del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste).
El 25% de la población desarrollará este padecimiento
Puntualizó que 25 por ciento de individuos mayores de 50 años de edad desarrollará fibrilación auricular. Sobre todo aquellos que también tienen niveles elevados de glucosa y presión arterial. Recordó que, en México, 30 por ciento de mayores de 18 años son hipertensos.
Para mayor evidencia, comentó que entre los pacientes con fibrilación auricular 60 por ciento también tienen hipertensión arterial.
Arritmia y el riesgo de ICTUS
En la misma línea, desde la Agencia de Investigación de la Sociedad Española de Cardiología, Juan Cosin explica que esta dolencia “multiplica por cinco el riesgo de ictus, y no tomar el anticoagulante adecuado expone a un riesgo más elevado”.
Si se tiene en cuenta que los ictus pueden acarrear consecuencias altamente incapacitantes y que “los causados por fibrilación auricular tienen peor pronóstico que los de otras etiologías”. El hecho de que cada paciente reciba la medicación adecuada resulta crucial. Para ello, urge acabar con problemas de infradiagnóstico, mejorando “los programas de cribado”. Y lograr que los pacientes estén correctamente controlados una vez se les ha pautado su medicación.
El COVID-19 duplicó las enfermedades cardiovasculares
En palabras de Vivas, “la pandemia y la saturación del sistema sanitario ha causado que la morbimortalidad por otras dolencias no COVID-19. Entre ellas, que la enfermedad cardiovascularse haya duplicado”. Según apunta Bonanad, la razón está en que “se han transformado gran parte de las visitas presenciales en telefónicas. Por tanto, parece que se ha infradiagnosticado e infratratado esta arritmia durante 2020”.
Las razones y la importancia de la medicación…
Por una parte, en muchas ocasiones, “no se ha podido hacer diagnóstico precoz para poner el tratamiento anticoagulante”, afirma Cosin. Otro problema tiene que ver con que dicha medicación “está basada en fármacos antagonistas de la vitamina K, que precisa de controles periódicos en consulta. Y, en estos meses, la supresión de la presencialidad ha dificultado el manejo de estos pacientes.
En los periodos de pico de la COVID-19, también hemos tenido que dejar de hacer ablaciones, cicatrización o destrucción del tejido del corazón que provoca o sostiene el ritmo cardíaco anormal. Un procedimiento bastante eficaz, incluso curativo, en muchos casos”, advierte el especialista.
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