Estilos de vida para médicos

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No se puede negar que, en Colombia, la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud son temas a los que se les ha dado gran importancia en las acciones y políticas relacionadas con la salud pública y los Estilos de vida. 

Es necesario aclarar que la conducta de las personas tiene relación directa con este tema. Vigilar el tiempo de sueño, los hábitos alimentarios, la actividad física, el consumo de tabaco, drogas recreativas y el alcohol, el cuidado de la dentadura y muchos otros, hacen a las personas menos propensas a sufrir enfermedades o a mantener su estado de salud. 

Pero, ¿Qué pasa cuando son los mismos profesionales de la salud quienes no cuidan sus estilos de vida? Es de suponer que cuando se tiene pleno conocimiento de la estrecha relación que hay entre comportamiento y salud, así como de la causa de las enfermedades y su tratamiento, estas personas evitarían cometer conductas que atentan contra la salud. Sin embargo, la realidad es otra. 

Una de las primeras recomendaciones es ser positivo, esto tiene un gran impacto sobre el sistema inmune; y ni hablar de los beneficios que tiene para la salud la risa y las bondades de la gratitud. 

Una buena práctica de respiración, equivale a mantener una vida saludable; evitando sufrir riesgos cardiovasculares, estrés y sobrepeso. La invitación pues, es a tomar conciencia de la forma en que se respira y realizar prácticas constantes mientras se adquiere el hábito. La idea es asumir una respiración consciente en todo momento, durante el trabajo, mientras se realiza cualquier actividad física, durante el tiempo de ocio y en los momentos de descanso. Con el grado de oxigenación aumenta la capacidad que tenemos de pensar, entender y de reaccionar, con el manejo de las emociones y de nuestros pensamientos, permitiendo transmitir a los pacientes confianza y la seguridad de estar en buenas manos. [1] 

La actividad física adecuada, de su agrado, progresiva, partiendo desde una evaluación médica para determinar el estado actual, y creando su propio programa de ejercicios de por lo menos 150 minutos semanales, que incluya actividad aeróbica de intensidad moderada y otro tanto vigorosa, para contrarrestar los efectos del cansancio y el estrés muy propios de la profesión. 

Otro consejo importante es “comer para nutrirse” al consumir por lo menos de tres a cinco comidas al día, respetando los horarios e incluyendo porciones suficientes de todos los grupos alimenticios y en porciones adecuadas. La sugerencia, en este sentido, es consumir con moderación grasas y azúcares, el secreto está en el balance. En el caso de los trabajadores de la salud, lo positivo está en respetar los horarios de la alimentación, hacerlo alejados del puesto de trabajo. 

Darle manejo al estrés. El estrés, como usted bien sabe, predispone a diferentes enfermedades de índole gástrico y respiratorio, como también eleva el riesgo a diversos tipos de cáncer. El mal manejo del mismo, interfiere con el trabajo, altera los procesos del organismo. El estrés del personal de salud en Colombia es muy alto; para controlarlo es preciso prestar atención y asesorarse en su correcto manejo, para lo que se puede incluir actividades de relajación y distracción como el yoga, el cine y los deportes. Sin lugar a dudas el mejor consejo es “volver a conectarse con los que nos causa felicidad”[2] 

[2] Charlene Martin Lillie 

  • Material dirigido solo a profesionales de la Salud 
  • Información realizada para profesionales de la salud en territorio colombiano 
  • Todo lo publicado en la plataforma es una recomendación, más no una prescripción o indicación médica 

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