Lenguaje corporal, ¿cómo debes usarlo con tus pacientes?

Para lograr proyectar seguridad y empatía a los pacientes dentro del consultorio te puedes apoyar de tu lenguaje corporal.

Cuando un paciente acude contigo a consulta es porque busca una solución para una enfermedad o padecimiento. A través de tus conocimientos debes identificar la causa y ofrecer un tratamiento específico. Pero más allá de una solución, lo que las personas esperan de ti es un servicio integral. Buscan a profesionales de la salud que muestren interés en todo momento y realmente se preocupen por los demás. Si lo detectan entonces es más probable que quieran regresar a futuro. Y precisamente así es como se forman las relaciones a largo plazo.

Existen muchas formas en las que puedes proyectar seguridad y empatía a los pacientes, aunque una de las mayores es a través del lenguaje corporal. En ocasiones no es necesario hablar sino simplemente hacer gestos o pequeñas acciones para obtener resultados. Y del mismo modo, se puede ser descortés de manera involuntaria e inconsciente.

Todos los detalles cuentan dentro de una consulta

De tal forma, tu postura, tu mirada e inclusive la forma de abordar al paciente al interior del consultorio son aspectos imprescindibles en los que debes de poner atención. Los pequeños detalles son los que marcan enormes diferencias. Si quieres que las personas te prefieran a ti por encima de tus colegas es necesario que ofrezcas un servicio completo.

Con lo anterior en mente, jamás te mantengas cruzado de brazos porque vas a transmitir un mensaje erróneo al paciente. Es un error frecuente que cometen muchos de tus colegas y tú debes evitar repetirlo.

Atiende a los pacientes como personas

En ese sentido, nunca debes de olvidar que atiendes a personas y no a simples números de expediente. Si muestras una actitud fría durante la consulta, aunque ofrezcas un buen servicio, el paciente no se va a identificar contigo y es complicado que te ganes su confianza.

Por lo tanto, desde el momento en el que el paciente ingrese a tu consultorio debes de dejar tus demás actividades y establecer contacto visual. Recuerda que él será el centro de tu atención durante los minutos que dure la consulta. En caso de que no muestres interés no vas a lograr una identificación e inclusive puedes propiciar el enojo de las demás personas.

De forma paralela al lenguaje corporal, recuerda siempre ofrecer un salud personal al paciente. Con el simple hecho de mencionar su nombre o apellido es suficiente para que vea que sí le importas. Es un pequeño gesto que nunca debe de faltar en tus consultas.

Escuchar al paciente con atención

Como parte de la consulta, primera deja que el paciente se explaye y te indique sus síntomas y el tiempo que lleva con las molestias. No lo interrumpas y siempre mantén tu mirada centrada en la persona que tienes enfrente. Además de ser un acto de cortesía es una manera de generar confianza.

Es muy importante la escucha activa porque será la que te ayudará a poder identificar con precisión el origen de la enfermedad. De esta forma también vas a evitar ser redundante o hacer preguntas innecesarias. En muchas ocasiones las consultas se alargan por no poner atención a toda la información que proporciona el paciente. Si logras desarrollar esta habilidad vas a lograr ofrecer un servicio más ágil que te ayudará a incrementar tu productividad.

Rodrigo Rojas
Editor web del portal Saludiario, único en México especializado en la industria de la salud. Contacto: [email protected]