Como lo sabes bien, el 12 de diciembre es una fecha muy especial para gran parte de los mexicanos porque se conmemora el Día de la Virgen de Guadalupe. Al menos hasta antes de la pandemia, cada año millones de feligreses acudían a la Basílica de la Ciudad de México como muestra de su fe. En la mayoría de los casos realizan extensos recorridos desde sus puntos de origen para cumplir con su objetivo. Sus creencias son más fuertes que cualquier resistencia física y al final lo consiguen.
Ahora bien, de manera tradicional se suele afirmar que la Medicina y la religión han sido enemigas desde el inicio de los tiempos. Todo ha sido ocasionado por las diferentes formas de entender la vida de cada una. Mientras una se basa en la ciencia, otra mantiene un apego por lo sagrado. Aunque al final, este tipo de barreras no necesariamente se oponen porque se pueden practicar ambas.
¿Los médicos practican alguna religión?
Ser un profesional de la salud no necesariamente impide practicar alguna religión. Se puede tener ambas creencias aunque para algunos pueda parecer una contradicción. Al respecto, la plataforma Medscape realizó un interesante estudio. En el trabajo enfocado en las creencias espirituales participaron más de 500 médicos de países occidentales como España, Reino Unido y Estados Unidos. Lo que se obtuvo es que el nueve por ciento afirma creer en Dios.
Algo interesante es que el 63 por ciento dijo que tener una creencia religiosa ayuda a combatir el estrés laboral. De igual forma, se explica que no necesariamente se refiere a un creer en milagros o un ser superior sino simplemente creer en algo. Lo anterior es muy interesante si se consideran los elevados niveles de agotamiento mental y ansiedad que prevalecen en la profesión.
Por su parte, el 49 por ciento afirmó tener una creencia religiosa o espiritual. En contraparte, el 39 por ciento dijo que no tenía una en particular. En tanto que el resto prefirió no responder la pregunta.
Al final, a pesar de las notables diferencias que existen entre la ciencia y la religión, cada profesional de la salud es libre de elegir lo que desee. De igual forma, como médico se debe cumplir con el fundamento básico de ofrecer el servicio a cualquier paciente por igual, sin importar su manera de pensar o que exista una incompatibilidad de ideas. Las ganas de servir y ayudar deben ser más grandes a cualquier diferencia.
No se puede negar que en algunas cuestiones como el aborto o el derecho a la muerte digna hay distintos puntos de vista; sin embargo, también se debe hacer hincapié en que a pesar de tener una forma de pensar diferente, en una sociedad civilizada todos deben de tener su lugar.
