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    ¿Qué es la psoriasis?

    La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que se manifiesta en forma de manchas rojas y escamosas, y que puede afectar diversas áreas del cuerpo, especialmente los codos, las rodillas, el cuero cabelludo y la zona lumbar. Esta condición se produce debido a un mal funcionamiento del sistema inmunológico, que provoca que las células de la piel se multipliquen hasta 10 veces más rápido de lo normal. A medida que las células de la piel se acumulan en la superficie, se forman placas gruesas que pueden causar picazón, dolor y, en ocasiones, incluso agrietarse y sangrar.

    ¿Qué causa la psoriasis?

    La causa exacta de la psoriasis no se conoce, pero se sabe que es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunológico ataca por error las células sanas del cuerpo. La genética juega un papel importante, ya que tener antecedentes familiares de psoriasis aumenta el riesgo de padecerla. Sin embargo, existen desencadenantes ambientales y de estilo de vida que pueden agravar los síntomas, como el estrés, el frío, las infecciones, el tabaquismo y el consumo de alcohol.

    Tipos de psoriasis

    Existen varios tipos de psoriasis, cada uno con características específicas:

    • Psoriasis en placas: Es la más común y se presenta como parches rojos con escamas blancas o plateadas.
    • Guttata: Aparece en forma de pequeñas manchas en el torso y las extremidades, y suele desencadenarse por infecciones, como las de garganta.
    • Psoriasis inversa: Afecta los pliegues de la piel, como las axilas o debajo de los senos, y suele presentarse como áreas rojas e inflamadas.
    • Psoriasis pustulosa: Se caracteriza por ampollas llenas de pus en manos y pies.
    • Psoriasis eritrodérmica: Es una forma grave que causa enrojecimiento en grandes áreas de la piel y puede requerir atención médica urgente.

    Tratamiento y manejo

    Aunque no existe una cura para esta enfermedad, se pueden controlar sus síntomas mediante varios tratamientos. Estos incluyen cremas tópicas, fototerapia (exposición controlada a la luz ultravioleta) y medicamentos orales o inyectables que regulan el sistema inmunológico.

    Mantener una dieta saludable, evitar factores desencadenantes y seguir un plan de tratamiento adecuado puede mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con psoriasis. Además, la educación y el apoyo emocional son clave para manejar el impacto que esta enfermedad puede tener en la autoestima y la salud mental.

    ¿En qué consiste la osteoporosis?

    La osteoporosis es una enfermedad que debilita los huesos, volviéndolos frágiles y más propensos a fracturas. Se caracteriza por una pérdida progresiva de la densidad ósea, lo que hace que los huesos se vuelvan porosos y menos resistentes. Esta condición es común en personas mayores, especialmente en mujeres después de la menopausia, debido a la disminución de estrógenos, hormona clave en la protección ósea. Sin embargo, también puede afectar a hombres y, en algunos casos, a personas más jóvenes.

    ¿Qué causa la osteoporosis?

    La osteoporosis ocurre cuando el proceso de renovación ósea se vuelve desequilibrado. Normalmente, el tejido óseo se descompone y se regenera continuamente. Pero en personas con osteoporosis, el cuerpo pierde más tejido óseo del que puede reponer, lo que causa una disminución de la densidad y la fuerza de los huesos. Existen factores de riesgo que contribuyen a su desarrollo, como la predisposición genética, el envejecimiento, deficiencias de calcio y vitamina D, el sedentarismo, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, y ciertos medicamentos.

    Síntomas y diagnóstico

    La osteoporosis es conocida como una “enfermedad silenciosa” porque no presenta síntomas evidentes hasta que se produce una fractura. Las fracturas más comunes debido a la osteoporosis ocurren en las caderas, muñecas y columna vertebral. Las fracturas vertebrales pueden causar dolor crónico, pérdida de estatura y una postura encorvada. Dado que los síntomas no son visibles, el diagnóstico temprano es clave. La densitometría ósea es una prueba que mide la densidad mineral de los huesos y permite detectar la osteoporosis antes de que ocurran fracturas.

    Tratamiento y prevención de la osteoporosis

    El tratamiento de la osteoporosis se centra en detener o ralentizar la pérdida de masa ósea, mejorar la densidad ósea y prevenir fracturas. Incluye medicamentos que ayudan a fortalecer los huesos, además de suplementos de calcio y vitamina D. El ejercicio regular, especialmente de resistencia y entrenamiento de peso, es fundamental para mejorar la fortaleza ósea y la salud general.

    La prevención es esencial para reducir el riesgo de osteoporosis. Mantener una dieta rica en calcio, exponerse al sol para obtener vitamina D, y evitar hábitos como fumar o el consumo excesivo de alcohol pueden contribuir a una buena salud ósea.

    La osteoporosis es una enfermedad prevenible y manejable si se toman las precauciones necesarias para cuidar de los huesos a lo largo de la vida.

    ¿Qué es la polio?

    La polio, o poliomielitis, es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la poliomielitis, que afecta principalmente el sistema nervioso y puede llevar a parálisis irreversible. Esta enfermedad viral se transmite a través de la vía fecal-oral, es decir, mediante el contacto con agua o alimentos contaminados con heces de una persona infectada. También puede propagarse por contacto directo con las gotículas de saliva de una persona infectada.

    Síntomas de la polio

    En la mayoría de los casos, esta enfermedad no presenta síntomas, por lo que muchas personas pueden tener el virus y propagarlo sin saberlo. Cuando los síntomas aparecen, suelen ser similares a los de una gripe: fiebre, fatiga, dolor de cabeza, vómitos, rigidez en el cuello y dolor en las extremidades. Sin embargo, en menos del 1% de los casos, el virus invade el sistema nervioso y provoca parálisis, que afecta principalmente las piernas. Esta parálisis puede ser temporal, aunque en algunos casos causa daños permanentes y puede llevar a discapacidades físicas de por vida.

    Efectos a largo plazo y riesgos de la polio

    Las personas que sobreviven a la fase aguda de la enfermedad pueden experimentar complicaciones a largo plazo. Algunos desarrollan el síndrome pospolio, que puede aparecer años después de la recuperación inicial. Este síndrome incluye síntomas como debilidad muscular progresiva, fatiga, y dolor en las articulaciones, lo cual afecta la calidad de vida.

    Prevención y vacunación

    La polio no tiene cura, pero es prevenible mediante la vacunación. Existen dos tipos principales de vacunas contra la polio: la vacuna inactivada contra la polio (IPV) y la vacuna oral contra la polio (OPV). La vacuna IPV se administra mediante una inyección y es utilizada en varios países, mientras que la OPV es una vacuna en gotas que se administra por vía oral y es común en campañas de vacunación masiva.

    La vacunación contra la enfermedad ha sido fundamental para reducir drásticamente los casos a nivel mundial. Gracias a los esfuerzos de inmunización, la polio ha sido erradicada en la mayor parte del mundo, aunque algunos países aún reportan casos debido a problemas de acceso a la vacunación.

    La importancia de erradicar la polio

    Eliminar la polio por completo es una meta global, ya que mientras el virus esté presente en algún lugar, existe el riesgo de que resurja en áreas donde la vacunación es insuficiente. La vacunación y la prevención siguen siendo esenciales para proteger a las nuevas generaciones de esta devastadora enfermedad.

    ¿Cómo se debe hacer un buen lavado de manos?

    El lavado de manos es una práctica fundamental para la higiene y prevención de enfermedades, especialmente en tiempos en los que el contagio de virus y bacterias es una preocupación constante. Una buena higiene de manos puede eliminar hasta el 80% de los gérmenes, protegiendo tanto a uno mismo como a quienes nos rodean. A continuación, te comparto los pasos clave para asegurarte de que realizas un lavado de manos efectivo.

    1. Mójate las manos con agua limpia

    El proceso comienza mojando tus manos con agua limpia, preferiblemente tibia. Asegúrate de mojar ambas manos completamente antes de aplicar el jabón, ya que el agua facilita la distribución uniforme del jabón y ayuda a eliminar la suciedad.

    2. Aplica jabón suficiente para un buen lavado de manos

    Frota tus manos con una cantidad suficiente de jabón. Cubre toda la superficie de las manos, incluyendo palmas, dorso, entre los dedos y debajo de las uñas. El jabón es fundamental porque rompe la membrana de los gérmenes, ayudando a eliminarlos de manera efectiva.

    3. Frota tus manos durante al menos 20 segundos

    La fricción es clave para deshacerse de los gérmenes. Asegúrate de frotar vigorosamente durante 20 a 30 segundos. Para medir el tiempo, puedes tararear una canción corta, como el “Feliz cumpleaños”, mientras te lavas. En este paso, asegúrate de prestar atención a áreas específicas como los pulgares, las uñas y el espacio entre los dedos.

    4. Enjuaga con agua limpia tras el lavado de manos

    Después de haber frotado bien tus manos, enjuaga con agua limpia hasta que el jabón y los gérmenes se hayan eliminado completamente. Es importante enjuagar todas las áreas, ya que los residuos de jabón pueden resecar la piel.

    5. Sécate con una toalla limpia o al aire

    Para evitar que los gérmenes vuelvan a tus manos, sécate con una toalla limpia o desechable, o bien deja que se sequen al aire. Las toallas sucias o compartidas pueden recontaminar las manos, por lo que es mejor usar una opción limpia.

    Realizar un lavado de manos adecuado es una acción simple pero poderosa en la prevención de enfermedades como el resfriado, la gripe y otras infecciones. Incorporar esta práctica en la rutina diaria y antes de comer, después de ir al baño o al estar en lugares públicos es esencial para proteger la salud.

    Estos son los cinco tipos de dolor más importantes que existen

    Existen diversos tipos de dolor que afectan al cuerpo y la mente de diferentes maneras, y conocerlos es clave para tratarlos adecuadamente. Los tipos de dolor se clasifican según su duración, origen y la manera en que impactan en el sistema nervioso. A continuación, te mostramos algunos de los tipos de dolor más comunes.

    1. Dolor agudo

    El dolor agudo es de corta duración y generalmente aparece de manera repentina, en respuesta a una lesión específica o una enfermedad. Este tipo de dolor es una señal de advertencia que indica que algo en el cuerpo necesita atención. Es común en casos de cortes, fracturas o infecciones y suele desaparecer una vez que la lesión o enfermedad se ha tratado correctamente. Aunque incómodo, el dolor agudo cumple una función protectora, alertando al organismo para que evite empeorar la lesión.

    2. Crónico, otro de los tipos de dolor más recurrentes

    A diferencia del dolor agudo, el dolor crónico persiste durante períodos prolongados, generalmente más de tres meses, e incluso puede durar años. Este tipo de dolor puede continuar incluso después de que la lesión inicial ha sanado, ya que el sistema nervioso sigue enviando señales de dolor al cerebro. El dolor crónico afecta significativamente la calidad de vida y puede estar relacionado con condiciones como la artritis, la fibromialgia y el dolor de espalda crónico.

    3. Dolor neuropático

    El dolor neuropático surge por daños o disfunciones en el sistema nervioso. A menudo se describe como un dolor punzante, ardoroso o como una sensación de electricidad. Puede aparecer en áreas del cuerpo que han sufrido lesiones nerviosas o en enfermedades como la diabetes, el herpes zóster y la esclerosis múltiple. Este tipo de dolor puede ser difícil de tratar, ya que los analgésicos comunes suelen ser menos efectivos, y puede requerir medicamentos específicos para el sistema nervioso.

    4. Nociceptivo, también es un tipo de dolor asiduo

    Este dolor es causado por daños en los tejidos, como golpes, cortes o inflamación, y es el tipo de dolor que la mayoría de las personas experimenta en algún momento. Puede ser visceral, afectando órganos internos (como el dolor de estómago), o somático, cuando afecta músculos, huesos y articulaciones.

    5. Psicógeno

    El dolor psicógeno es aquel que tiene un componente emocional o psicológico importante. Aunque no está causado por una lesión física, el dolor es real y puede ser debilitante. Este tipo de dolor es común en personas que atraviesan situaciones de ansiedad o depresión y requiere un enfoque de tratamiento integral.

    Conocer los tipos de dolor permite una mejor identificación y tratamiento, promoviendo una mejor calidad de vida.

    ¿Cómo se pueden paliar el dolor de huesos?

    El dolor de huesos puede ser causado por diversas condiciones, como la artritis, osteoporosis, fracturas o incluso por cambios en el clima. Afecta a personas de todas las edades y, en ocasiones, puede llegar a limitar las actividades diarias. Sin embargo, existen formas de aliviar y manejar este dolor, mejorando la calidad de vida de quienes lo padecen. A continuación, se presentan algunas estrategias efectivas para paliar el dolor de huesos.

    1. Actividad física moderada para paliar el dolor de huesos

    Aunque parezca contradictorio, mantener una rutina de ejercicio moderado puede ayudar a reducir el dolor de huesos y mejorar la movilidad. Ejercicios de bajo impacto como caminar, nadar o practicar yoga fortalecen los músculos que rodean las articulaciones y mejoran la resistencia ósea sin causar estrés excesivo en los huesos. La actividad física regular también contribuye a mejorar el flujo sanguíneo y reducir la rigidez.

    2. Aplicación de frío y calor

    Las terapias de frío y calor son muy útiles para aliviar el dolor de huesos. El frío ayuda a reducir la inflamación y adormecer el área, mientras que el calor relaja los músculos y mejora la circulación. Puedes aplicar una bolsa de hielo en la zona afectada durante 15-20 minutos o utilizar una almohadilla térmica según sea necesario. Alternar frío y calor puede ser especialmente útil en casos de dolor crónico.

    3. Suplementos de calcio y vitamina D para superar el dolor de huesos

    El calcio y la vitamina D son esenciales para la salud ósea. Si el dolor de huesos se debe a debilidad ósea o riesgo de osteoporosis, consulta a un médico sobre la posibilidad de tomar suplementos de calcio y vitamina D. Estos nutrientes ayudan a fortalecer los huesos y pueden disminuir la pérdida ósea, especialmente en personas mayores.

    4. Masajes y fisioterapia

    Los masajes terapéuticos y la fisioterapia pueden ser muy beneficiosos para aliviar el dolor óseo, especialmente si está relacionado con enfermedades como la artritis. Un fisioterapeuta puede trabajar en técnicas que mejoren la movilidad, fortalezcan los músculos y alivien la presión en las articulaciones, reduciendo el dolor y previniendo futuras lesiones.

    5. Mantener un peso saludable

    El exceso de peso puede aumentar la presión sobre los huesos y las articulaciones, especialmente en las rodillas y la cadera. Mantener un peso saludable es esencial para reducir la carga sobre el sistema óseo y aliviar el dolor.

    Paliar el dolor óseo es posible mediante un enfoque integral que combine ejercicio, terapias locales, nutrición y control de peso. Estas prácticas ayudan a reducir la incomodidad y a mantener una mejor calidad de vida.

    ¿Cuáles son las principales actividades que sirven para fomentar una buena salud mental?

    Fomentar una buena salud mental es fundamental para enfrentar los desafíos cotidianos, mejorar el bienestar y disfrutar de una vida equilibrada. A continuación, te compartimos algunas actividades que pueden contribuir significativamente a mantener una mente sana y en equilibrio.

    1. Ejercicio físico regular

    El ejercicio es una de las mejores actividades para mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés. Al realizar ejercicio, el cuerpo libera endorfinas, las llamadas “hormonas de la felicidad”, que ayudan a reducir los síntomas de ansiedad y depresión. Actividades como caminar, correr, bailar o practicar yoga no solo mejoran el cuerpo, sino también la mente, promoviendo una sensación de bienestar y equilibrio.

    2. Meditación y mindfulness ayudan a tener buena salud mental

    La meditación y la práctica de mindfulness son excelentes herramientas para entrenar la mente y mejorar la salud mental. Estas actividades ayudan a desarrollar la conciencia plena del presente, reduciendo el estrés y promoviendo la calma mental. Con tan solo 10 o 15 minutos al día, la meditación puede reducir los pensamientos negativos, mejorar el enfoque y fomentar una perspectiva más positiva.

    3. Establecer conexiones sociales

    Las relaciones sociales son esenciales para una buena salud mental. Interactuar con amigos, familiares o participar en actividades comunitarias ayuda a reducir el aislamiento y aumenta el sentido de pertenencia. Pasar tiempo con personas de confianza, tener conversaciones significativas o formar parte de grupos de apoyo son formas efectivas de mantener la salud mental.

    4. Creatividad y expresión artística para una buena salud mental

    Actividades creativas como el dibujo, la pintura, la escritura y la música son formas efectivas de liberar emociones y reducir el estrés. La expresión artística permite canalizar sentimientos y pensamientos de una manera constructiva, lo cual puede ser especialmente beneficioso en momentos de tensión. Además, al concentrarse en una actividad creativa, se logra desconectar de las preocupaciones diarias y reducir la ansiedad.

    5. Descanso y sueño adecuado son imprescindibles para la salud mental

    Un buen descanso es fundamental para la salud mental. Dormir entre 7 y 8 horas permite que el cerebro se recupere y regule mejor las emociones. Crear una rutina de sueño, evitar el uso de pantallas antes de dormir y procurar un ambiente tranquilo son acciones que promueven un descanso de calidad.

    Incorporar estas actividades en la rutina diaria puede hacer una gran diferencia en el bienestar mental. Mantener una buena salud mental es un proceso que requiere constancia, y estas prácticas ayudan a fortalecer la resiliencia, mejorar el estado de ánimo y enfrentar mejor los desafíos de la vida cotidiana.

    ¿Cuáles son las principales enfermedades reumáticas que existen?

    Las enfermedades reumáticas son un grupo de trastornos que afectan las articulaciones, músculos, ligamentos y otros tejidos conectivos, causando dolor crónico, inflamación y a menudo limitación de la movilidad. Estas enfermedades pueden afectar a personas de todas las edades y son una causa común de discapacidad. A continuación, te mostramos cuáles son las principales enfermedades de este tipo.

    1. Artritis reumatoide, una de las enfermedades reumáticas más conocida

    La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca el tejido sinovial que recubre las articulaciones, causando dolor, hinchazón y rigidez. Es una condición crónica que afecta comúnmente a las articulaciones de las manos, muñecas y pies de manera simétrica. La AR es más frecuente en mujeres que en hombres, y sus síntomas pueden variar en intensidad, llegando a afectar otros órganos en casos graves.

    2. Osteoartritis

    La osteoartritis es la forma más común de artritis y suele desarrollarse con el envejecimiento. Es una enfermedad degenerativa de las articulaciones, donde el cartílago que protege los huesos se desgasta con el tiempo, causando dolor, rigidez y pérdida de movimiento, especialmente en las rodillas, caderas, columna y manos. Factores como la edad, el sobrepeso y lesiones articulares previas aumentan el riesgo de desarrollar osteoartritis.

    3. Lupus eritematoso sistémico, otra de las enfermedades reumáticas con gran presencia

    El lupus es una enfermedad autoinmune que no solo afecta las articulaciones, sino también la piel, los riñones, el corazón y otros órganos. Sus síntomas incluyen dolor articular, fatiga, fiebre, erupciones cutáneas y, en casos graves, daño en órganos internos. Aunque no tiene cura, el lupus puede ser manejado con medicamentos y cambios en el estilo de vida.

    4. Espondilitis anquilosante

    La espondilitis anquilosante es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente la columna vertebral, causando dolor y rigidez en la espalda baja. Con el tiempo, puede provocar que las vértebras se fusionen, limitando la movilidad. Esta enfermedad afecta con mayor frecuencia a hombres jóvenes y, si no se trata, puede llevar a una pérdida significativa de la flexibilidad en la columna.

    5. Gota

    La gota es un tipo de artritis causada por el exceso de ácido úrico en la sangre, que se acumula en las articulaciones en forma de cristales, provocando dolor intenso, enrojecimiento e hinchazón, principalmente en el dedo gordo del pie. La dieta, el consumo de alcohol y ciertos medicamentos pueden incrementar el riesgo de gota.

    Las enfermedades reumáticas son variadas y pueden afectar de forma severa la calidad de vida de quienes las padecen. La detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para controlar los síntomas y mejorar el bienestar del paciente.

    ¿En qué consisten los cuidados paliativos?

    Los cuidados paliativos son un enfoque de atención médica que se centra en mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades graves, crónicas o terminales, y en brindar apoyo a sus familias. A diferencia de los tratamientos curativos, los cuidados paliativos no buscan curar la enfermedad, sino aliviar el dolor y otros síntomas que afectan al paciente, como la fatiga, las náuseas y la dificultad para respirar. Este tipo de cuidado puede ser aplicado en personas de todas las edades y en cualquier etapa de la enfermedad.

    Objetivos de los cuidados paliativos

    El principal objetivo de estos es aliviar el sufrimiento del paciente, tanto físico como emocional y psicológico. Esto incluye un tratamiento adecuado del dolor y de otros síntomas molestos, así como el apoyo emocional, social y espiritual. A través de este enfoque integral, los cuidados de este tipo intentan dar al paciente una mejor calidad de vida, permitiéndole vivir de manera más plena y confortable durante el tiempo que sea posible.

    ¿Quiénes forman el equipo de cuidados paliativos?

    Los cuidados paliativos son proporcionados por un equipo multidisciplinario que puede incluir médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales, fisioterapeutas y consejeros espirituales. Este equipo trabaja de manera coordinada para cubrir todas las necesidades del paciente y su familia. El apoyo se adapta a cada caso y se ajusta a las preferencias y creencias del paciente, permitiendo que las decisiones sean compartidas y respetuosas de su autonomía.

    Cuidados paliativos en el entorno familiar

    Un aspecto clave de este tipo de cuidados es el apoyo a la familia del paciente. En muchas ocasiones, el equipo de cuidados paliativos proporciona educación y apoyo emocional a los familiares, enseñándoles cómo ayudar a su ser querido y gestionando el estrés emocional que supone cuidar de un paciente con una enfermedad avanzada. Este respaldo es fundamental, ya que ayuda a reducir la carga emocional y física en los familiares.

    Importancia y beneficios

    Asimismo permiten que los pacientes enfrenten su enfermedad con mayor dignidad y confort, aliviando el dolor y la angustia. Al enfocarse en el bienestar integral, esta forma de atención contribuye a reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo y facilitar la comunicación con los seres queridos.

    Los cuidados paliativos ofrecen una opción compasiva y humana para el manejo de enfermedades avanzadas, mejorando la calidad de vida del paciente y brindando apoyo integral a sus familiares.

    ENARM 2024: ¿Dónde puedes ver y calificar las sedes para la residencia médica?

    Una pregunta frecuente entre los aspirantes del ENARM es acerca de las sedes disponibles para hacer la residencia médica. Es una duda que se repite cada año porque la mayoría no tienen claro las opciones que tienen a su alcance. Además siempre están en búsqueda de opiniones de parte de los residentes de mayor grado con respecto a sus hospitales.

    Si se trata de tu caso no te preocupes porque es algo bastante normal. Muchas veces los médicos generales sólo se enfocan en elegir una especialidad pero no en el hospital donde se imparte dicha opción ni los requisitos que solicita.

    Con esto en mente, tenemos buenas noticias para ti porque sí existe un buscador creado para todos los aspirantes del ENARM que desean conocer los hospitales en los cuales pueden cursar su residencia médica.

    ENARM 2024: ¿Dónde puedes ver y calificar las sedes para la residencia médica?

    En este caso, el nombre del buscador es Medhost y para muchos puede ser la salvación. El sitio cuenta con una larga lista de hospitales de México con un formato amigable para visualizar reseñas sobre la experiencia académica en el lugar.

    Lo único que debes hacer es ingresar la especialidad de tu preferencia y el estado de la República de tu interés. Al instante vas a conocer todas las opciones que existen como si se tratara de una búsqueda cotidiana en Google.

    ¿Qué opciones para la residencia médica ofrece?

    • IMSS
    • ISSSTE
    • Secretaría de Salud
    • Pemex
    • Hospitales privados

    Por otra parte, el portal tiene otra característica de gran valor para todos los aspirantes del ENARM que buscan una opción para su residencia médica. Se trata de las opiniones que han escrito algunas personas que ya cursaron su especialidad.

    De manera similar a otras plataformas como Google Maps, cualquier usuario puede dejar su opinión sobre un hospital específico. De esta forma, al revisar cada nosocomio vas a encontrar lo que otros opinan sobre la institución.

    Esta característica permite conocer las buenas y malas experiencias que han tenido los residentes. Incluso en ocasiones también contiene el tipo de guardia que se hace en el hospital y otros datos de interés para tomar una decisión final.

    ¿Qué especialidades médicas de entrada directa existen en México?

    • Anatomía Patológica.
    • Anestesiología.
    • Audiología, Otoneurología y Foniatría.
    • Calidad de la Atención Clínica.
    • Cirugía General.
    • Epidemiología.
    • Genética Médica.
    • Geriatría.
    • Ginecología y Obstetricia.
    • Imagenología, Diagnóstica y Terapéutica.
    • Medicina de la Actividad Física y Deportiva.
    • Medicina de Rehabilitación.
    • Medicina de Urgencias.
    • Medicina del Trabajo y Ambiental.
    • Medicina Familiar.
    • Medicina Interna.
    • Medicina Nuclear e Imagenología Molecular.
    • Medicina Paliativa.
    • Medicina Preventiva.
    • Neumología.
    • Oftalmología.
    • Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello.
    • Patología Clínica.
    • Pediatría.
    • Psiquiatría.
    • Radio Oncología.
    • Traumatología y Ortopedia.

    ¿Cuándo eligen su especialidad médica los aspirantes del ENARM 2024?

    De acuerdo con la convocatoria de la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud (CIFRHS), los aspirantes podrán elegir su especialidad médica a partir del 4 de noviembre.

    Finalmente, es importante recalcar que Medhost es completamente gratuito. Si eres un aspirante del ENARM y te interesa conocer y probar esta herramienta para ver las sedes disponibles para hacer la residencia médica sólo debes ingresar en el siguiente enlace.

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