La apnea del sueño es un trastorno común del sueño que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por interrupciones repetidas en la respiración durante el sueño, lo que puede resultar en una disminución en la calidad del sueño y afectar la salud en general.
Existen dos tipos de apnea del sueño
Existen dos tipos principales de este trastorno: la apnea obstructiva del sueño (AOS) y la apnea central del sueño (ACS). La apnea obstructiva del sueño es la forma más común y ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan demasiado durante el sueño, lo que provoca un estrechamiento u obstrucción de las vías respiratorias. Esto puede causar ronquidos fuertes, pausas en la respiración y despertares frecuentes durante la noche.
Por otro lado, la apnea central del sueño es menos común y ocurre cuando el cerebro no envía las señales adecuadas para controlar la respiración durante el sueño. Esto puede deberse a problemas con el sistema nervioso central o a condiciones médicas subyacentes como insuficiencia cardíaca o enfermedades neurológicas.
Estos son los síntomas más comunes
Los síntomas comunes incluyen ronquidos fuertes, pausas en la respiración durante el sueño observadas por un compañero de cama, somnolencia diurna excesiva, dolores de cabeza matutinos, dificultad para concentrarse y cambios de humor. A largo plazo, si no se trata este trastorno puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2 y otros problemas de salud graves.
El diagnóstico de este trastorno generalmente se realiza mediante estudios del sueño, en los que se monitorea la actividad cerebral, la frecuencia cardíaca, la respiración y otros parámetros durante la noche. En cuanto al tratamiento, puede incluir cambios en el estilo de vida, como perder peso, dejar de fumar o evitar el alcohol y los sedantes antes de acostarse. Además, los dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) son una opción común de tratamiento para mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño.
Este es un trastorno del sueño común que puede tener serias implicaciones para la salud si no se trata adecuadamente. Es importante buscar ayuda médica si se sospecha de sufrir este trastorno para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.