Los pasteles industrializados, panecitos rellenos o tipo pie llegaron a 7 de cada 10 familias en México, en el año 2021. Estos datos han sido determinados por un estudio realizado por la empresa especializada en análisis de mercado Kantar, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO).

El estudio ha agregado que del total del gasto que los mexicanos destinan a estos productos, quienes más los consumieron fueron las personas de niveles socioeconómicos bajos, pues juntos representaron alrededor del 60% del desembolso en la categoría.

Este tipo de postres tiene gran popularidad en todo el país

Este tipo de pasteles y postres, señala la investigación, tienen popularidad en todo el país. Sin embargo, es el Área Metropolitana y la Ciudad de México en donde se registró un mayor gasto con 32%, seguido del 20% en el noreste.

Dicho hecho ha sido confirmado en un artículo por la Revista del Consumidor en el que destaca que, a nivel global, México es el país que consume más pasteles en el mundo: casi 20 kilogramos al año, resaltando que esta categoría de productos son preferidos como postres, refrigerios entre comidas o como complementos (o incluso sustitutos) del desayuno o la merienda.

De acuerdo con la revista Forbes, especializada en negocios y finanzas, esta tendencia va en ascenso. Al analizar el del consumo de productos ultraprocesados, refiere que una de las cinco principales corrientes que van en aumento en México es el consumo de pasteles, un mercado en el que la firma Bimbo lidera las ventas. El estudio ha detallado que “los pasteles son una parte importante de la cocina mexicana, son consumidos en o como parte del desayuno y como snack. Si bien son comúnmente preferidos en restaurantes y cafés, los pasteles envasados del Grupo Bimbo representan el 74% de las ventas totales”.

Los pasteles están en el grupo de alimentos no recomendables de la Ensanut

Cabe destacar también que la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 sobre COVID-19 (Ensanut) clasifica a los grupos de alimentos en recomendables y no recomendables y, dentro de estos últimos, se encuentra el grupo de botanas, dulces y postres, en cuya muestra se indica que fueron consumidos por el 53 por ciento de los preescolares; 50 por ciento de las niñas y niños de 5 a 11 años; 40 por ciento de las y los adolescentes y por el 26,6% de las personas mayores de 20 años.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que el consumo de azúcares debe representar menos del 10 por ciento de la ingesta calórica total diaria, pero además indica que si se reduce a menos del 5 por ciento, lo que equivale a unos 25 gramos aproximadamente, se obtendrán beneficios adicionales.