Desde que la Covid-19 hizo su aparición se ha convertido en una de las enfermedades más comentadas e investigadas en el mundo. No es para menos si se toma en cuenta que hasta el momento ha provocado más de 2.5 millones de muertes a nivel global. Además es la responsable de la mayor pandemia del último siglo. Pero lo cierto es que todavía faltan muchos aspectos por conocer como su origen y la duración que deja las secuelas en los supervivientes.
Síntomas y secuelas de la Covid-19
En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que poco más de 64 millones de personas se han infectado y superado la enfermedad. En algunos casos se trató de cuadros leves que lo único que requirieron fue un tratamiento general, reposo y mantenerse aislados. Mientras que otros llegaron a la etapa crítica e inclusive fueron intubados pero con el apoyo del personal médico lograron salir adelante.
Por otra parte, un aspecto más que permanece en discusión es el relacionado con los síntomas y afectaciones que provoca la Covid-19. Aunque existen características generales como fiebre y tos seca también hay otras más específicas que algunos llegan a desarrollar. Dentro de las más graves están las complicaciones neurológicas, incluida la encefalitis o inflamación del cerebro.
De acuerdo con el Dr. Michel Toledano, neurólogo de Mayo Clinic. Se han reportado algunos casos de pacientes infectados que desarrollan encefalitis. A la fecha es catalogada como una complicación relativamente rara pero que requiere más investigaciones para identificar si existe una relación.
Otro beneficio de la vacuna
Por lo tanto, el especialista señala que en el caso de la encefalitis provocada por enfermedades contagiosas contra las que existe una vacuna, la mejor manera de prevenir la enfermedad es mediante la vacunación.
“Es importante que las personas sepan que, ahora, la Covid-19 es una enfermedad que puede prevenirse con una vacuna. Y la mejor manera de evitar el desarrollo de posibles complicaciones neurológicas por la Covid-19 es nunca contraer el virus”.
Con base en la Organización Mundial de la Salud (OMS) la encefalitis afecta anualmente a casi medio millón de personas de todas las edades. La inflamación puede ser producto de una infección que invade el cerebro aunque también puede originarse en el ataque equivocado del sistema inmunitario y, en ese caso, se conoce como encefalitis autoinmunitaria. A veces, el ataque inmunitario se produce por una infección en el cuerpo, aunque esta no invada el cerebro.
Los síntomas de la encefalitis evolucionan durante el transcurso de días o semanas e incluyen fiebre, confusión, dolor de cabeza, vómito, debilidad y convulsiones.
“Es una afección muy grave, porque la encefalitis puede llevar al coma y a la muerte. Por ello, es fundamental diagnosticarla pronto e iniciar oportunamente el tratamiento a fin de obtener mejores resultados neurológicos. También es importante diagnosticar la causa exacta de la encefalitis del paciente porque los tratamientos varían, según se trate de una infección subyacente o de una reacción provocada por el sistema inmunitario”.
Pese a avances considerables, la encefalitis todavía se relaciona con mortalidad elevada. Las personas que se recuperan de la enfermedad inicial pueden batallar con cansancio, parálisis, alteraciones del habla, cambios de personalidad y problemas con la memoria que continúan durante meses o se vuelven permanentes.
