Vivimos en la era del paciente “capacitado” y, desde hace unos años, la atención médica centrada en los pacientes llegó para quedarse y moldeó los sistemas sanitarios de todos los países del mundo; si bien, a pesar de hace unos años había un enfoque más paternalista de la medicina.

Esto ha cambiado mejor en todo el mundo occidental. Desde hace un tiempo, los médicos deben ser entrenados sobre cómo pueden mejorar sus habilidades de comunicación. Lo que está claro es que la nueva generación de médicos es mucho más receptiva que las anteriores para aprender nuevas habilidades en esta área.

Al igual que ocurre con cualquier otro trabajo orientado al servicio de las personas, la forma en la que el médico se comunica con sus pacientes y estos lo perciben suele prevalecer sobre la competencia. Así que se puede decir que ser médico es ser capaz de establecer una buena relación y ser un buen comunicador y esto es un componente fundamental para ser eficaz en lo que hacen.

Hay ocasiones en las que a los pacientes no les gusta su médico y algunas de las razones que pueden llevar a esto son las siguientes.

1.- El médico tenía prisa

Es muy probable que todos los médicos tengan prisa y es algo es natural en la atención médica. Actualmente, los profesionales sanitarios trabajan en un sistema subóptimo con múltiples demandas pero esto no es culpa de los pacientes. El médico, por tanto debe mostrar muy claramente que lleva prisa y debe estar pro presentar siempre al paciente una actitud calmada.

2.- Los pacientes piensan que el médico pasó “de largo” sobre su asunto

Cuando los pacientes acuden al médico con algo en su cabeza, esto, para ellos nunca es trivial. El médico debe tener formas sutiles de redirigir la conversación. Aunque el profesional médico debe tener siempre en cuenta que nunca debe de hacer esto de forma que parezca que minimiza la preocupación o menosprecia ese temor legítimo.

3.- Les parece que el médico no está interesado en él

Es lo peor que cualquier médico puede encontrarse. Muchas veces, los médicos creen que escuchan pero los pacientes se quejan todo el tiempo de que esto no es así. El profesional sanitario debe mostrar una actitud cuidadora y/o compasiva, según la opinión de los pacientes. Algunas técnicas pueden ayudarte a ello como son el contacto visual, la escucha activa y el uso de preguntas abiertas.

Aunque estas sean algunas de las razones que hacen que los pacientes no estén cómodos con sus médicos, si es cierto que el profesional sanitario se proponga, de forma deliberada, hacer alguna de las tres, pero lo que sí es cierto es que las quejas son muy frecuentes.