La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad degenerativa, inmunomediada y crónica que afecta al sistema nervioso. Esto se traduce en que el sistema inmunológico ataca por error algunas de las partes vitales del cuerpo. Hoy en día, esta no tiene cura conocida, aunque sí existen tratamientos para frenar y controlar su avance.

Al igual que ocurre en la gran mayoría de las enfermedades, el diagnóstico precoz de esta enfermedad es muy importante para que los pacientes puedan tener cuanto antes una terapia con la que poder mejorar su calidad de vida. Es por eso por lo que te vamos a mostrar algunas de las señales que te pueden indicar que la enfermedad está haciendo acto de presencia.

Entumecimiento y hormigueo de extremidades, principal señal de esclerosis múltiple

La médula espinal y los nervios del cerebro son los órganos en los que la EM centra su atención. Esto se traduce en hormigueos, cuando se transmiten señales contradictorias y entumecimiento de las zonas en las que directamente no se envían. Las zonas que se ven más afectadas por estos síntomas son las extremidades y la cara.

Mareos y problemas de equilibrio

En muchas ocasiones, las personas con esclerosis múltiple ven limitada su movilidad por los problemas de coordinación y de equilibrio que experimenta. También es muy frecuente que se encuentren mareadas y que padezcan vértigos.

Problemas de visión, otra señal de alerta de esclerosis múltiple

El óptico es uno de los nervios que también se ven afectados por la inflamación que la EM provoca. Esto puede acarrear problemas como la visión borrosa, ver doble o directamente perder visión. Aunque estos problemas no aparecen de un día para otro, ya que la degeneración suele producirse lentamente, es importante tenerlo en cuenta a la hora de buscar su origen. El dolor de ojos al mirar hacia arriba o hacia algún lado suele acompañar a los problemas de visión derivados de la EM.

Disfunción sexual

La vida sexual también puede verse afectada por la esclerosis múltiple. La excitación comienza en el sistema nervioso central, donde la EM produce el daño.

Los cambios emocionales son otro de los signos de esclerosis múltiple

Las personas que padecen esclerosis múltiple tienen una salud emocional inestable en su mayoría. La depresión es un trastorno muy común y los episodios de llanto y risas incontrolables, junto con la irritabilidad, son bastante frecuentes.