La Universidad de McMaster de Canadá ha realizado un estudio con el que ha demostrado que el aditivo colorante E129 puede favorecer el desarrollo de enfermedades inflamatorias intestinales, como la de Chron y la colitis ulcerosa. Este estudio se realizó con animales de laboratorio aunque advirtieron que también puede tener efecto en las personas.
El E129 es un colorante sintético de color rojo derivado del petróleo y se estima que, cada año, se producen aproximadamente, 2,3 millones de kilogramos de este pigmento. En la actualidad, es el colorante rojo que más se consume y se usa como ingrediente en una gran cantidad de cereales, mermeladas, refrescos, productos cárnicos, dulces y otros alimentos consumidos por niños, como son las gominolas y caramelos. Aunque también se emplea en pienso para perros y gatos y cosméticos.
El colorante rojo puede repercutir en problemas de conducta en niños
En algunos países está prohibido y es que en el año 2009 se reveló que el E129 se relacionaba con problemas de conducta como hiperactividad en niños. Si se consume en grandes dosis, libera histamina y también aumenta signos del asma, alergias y produce urticaria y eczemas.
Además, los investigadores canadienses descubrieron que este colorante provoca inflamación intestinal, tras evaluar el daño en la pared intestinal y la macrobiotica. Además, afirman que es importante alertar sobre los daños potenciales porque el colorante rojo E129 se consume a diario y entra a formar parte de los posibles factores causantes del desarrollo de enfermedades como la de Chron, que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Aumenta la producción de serotonina
Lo que está claro es que si se consume de forma constante este colorante rojo, se promueve la inflamación y el daño sobre el intestino. En este sentido, el E129 aumenta la producción de serotonina interrumpiendo directamente la función de barrera intestinal. Al aumentar la serotonina, se altera la composición de microfibra intestinal y, por consiguiente, aumenta la susceptibilidad a la colitis.
Este hallazgo lo que tiene es una implicación relevante a la hora de prevenir y manejar la inflamación intestinal. Y debido a que esta enfermedad no se puede prevenir, es importante tener en cuenta cambios en el estilo de vida que se pueden realizar para minimizar los síntomas. Uno de los más relevantes es llevar una dieta alimenticia saludable, reduciendo al máximo posible el consumo de colorantes, además de limitar la ingesta de cafeína, bebidas carbonatadas y alcohol.