¿Cómo debe prescribir un medicamento a tus pacientes?

A la hora de elaborar el diagnóstico de un paciente, una de las cosas que seguro que acabarás haciendo es prescribir un medicamento, un proceso que tiene una dinámica muy parecida a la que se sigue para hacer un diagnóstico diferencial o para interpretar una prueba de laboratorio. Es decir, debe tratarse de un proceso lógico deductivo (y no un acto reflejo) basado en información global y objetiva y es que durante este proceso, hay que tomar decisiones, hacer consideraciones y emprender acciones.

Lo que está claro es que la receta que el médico extiende al paciente una vez diagnosticada su enfermedad es el reflejo de su actitud y expectativa en relación con el desarrollo de la enfermedad y con el papel que los fármacos tiene en el tratamiento. Es decir, resume, en un papel, la capacidad diagnóstica y la experiencia terapéutica del médico. Sin embargo, la receta mejor concebida puede ser terapéuticamente inútil si no instruye al paciente sobre cómo tomar el medicamento recetado.

Los datos del médico son básicos en la prescripción de un medicamento

Pero, ¿qué son los aspectos que debe tener la receta médica? Uno de los aspectos básicos es el nombre del médico y los datos para su localización (institución de salud, nombre completo del médico, especialidad del que prescribe, número en el registro de profesionales), también debe incluir el nombre del paciente y los datos para su localización como el nombre y apellido del paciente, número de historia clínica, la edad).

La receta médica debe estar escrita con tinta y letra legible y la prescripción de estupefacientes y sustancias psicotrópicas se realiza en una receta doble especial o triple y los profesionales autorizados a recetarlos deben tener registrada su firma en DVSSCE (Dirección de Vigilancia de Sustancias Sujetas a Control Especial).

También las acciones de vigilancia sanitaria sobre las sustancias referidas están a cargo del Instituto Nacional de Medicamentos (ANMAT-INAME), a través de la Dirección de Vigilancia de Sustancias Sujetas a Control Especial (Disposición ANMAT 4548/2014). 

Lo que está claro es la redacción de la receta médica es un paso importante pero no es el último proceso en el proceso de la prescripción y es que el paciente necesita información para poder cumplir el tratamiento y es que muchos medicamentos se acompañan de un prospecto informativo que va dirigido al paciente pero a menudo es de difícil comprensión para él y el médico debe examinarlo para saber si debe insistir en algunos de sus elementos informativos o si debe matizar algunas de sus afirmaciones.

La dosis y la duración del tratamiento son fundamentales

También debe aparecer la presentación del fármaco, indicando los miligramos del fármaco que debe contener cada tableta o mililitros de líquido, usar las abreviaturas internacionalmente aceptadas (g y mL), tratando de evitar los decimales, ya que esto puede provocar errores. Asimismo se han desarrollado dispositivos para medir y administrar medicamentos líquidos pero no siempre están disponibles, por lo que la jeringuilla puede ser un medidor exacto y de más fácil acceso para todos.

Por último, algunas de las cosas que no deben faltar al prescribir tu receta son la dosis, duración del tratamiento, vía de administración del fármaco y otros aspectos que el paciente debe recordar para garantizar el éxito del tratamiento. Asimismo, incluir frases tipo “para aliviar el dolor”, puede ser útil. Asimismo, la fecha es importante y es que hay países en los que la validez de la receta no tiene límite de tiempo pero en otros, el farmacéutico no dispensa el medicamento si esta tiene límites, lo cual está normado en cada territorio.

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