El Covid-19 ha tenido un gran impacto mundial en los ámbitos social, económico, político y emocional de cientos de millones de personas. No obstante, existen grupos de personas más vulnerables que otras a los embates de esta enfermedad.

Es el caso muy particular de las personas con cáncer, quienes han visto paralizados los estudios diagnósticos, tratamientos y controles oncológicos a causa de la pandemia mundial. Además de ser uno de los grupos susceptibles a contraer la forma más grave del Coronavirus debido a la inmunosupresión.

El principal problema que enfrentan los enfermos de cáncer, es que el mundo se ha detenido, mas no su enfermedad. Según un estudio belga realizado en el Centro Hospitalario Universitario Sart Tilman, el 60,9% de la actividad clínica oncológica se redujo durante el pico de la pandemia y este número se agudiza en América Latina.

El autor del estudio, Guy Jerusalem, afirma que debido a esto, el 64,2% de los tratamientos practicados durante el 2020 resultó insuficiente y existe el riesgo de que se retrase el diagnóstico de nuevos casos de cáncer, por lo que la enfermedad se detectaría en estados más avanzados, lo que, como todos sabemos, incrementa la mortalidad.

En este sentido, la investigación reveló retrasos en el 44% de las cirugías oncológicas, mientras que los tratamientos de quimioterapia y radioterapia se reprogramaron el 25% de las veces.

Otra investigación presentada en el Congreso Virtual ESMO 2020, que recogió datos de 356 centros oncológicos de 54 países durante el mes de abril 2020, encontró que el 54% de los pacientes y el 45% de los cuidadores reportó al menos una prueba positiva para covid-19.

Por lo que, el 55% de los centros cerraron de forma preventiva para evitar contagios y casi el 20% tuvo que reducir drásticamente su actividad por falta de personal médico, equipos de bioseguridad o medicamentos.

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El cáncer y el COVID-19

Dado que los ensayos clínicos y otros tipos de investigaciones científicas se han reducido significativamente durante la pandemia, son pocos los datos de los que disponemos respecto al comportamiento de la enfermedad en los pacientes con cáncer.

Según la American Society of Clinical Oncology (ASCO) no existen investigaciones que indiquen que los pacientes con cáncer son más susceptibles que otras personas a contraer la enfermedad.

Sin embargo, advierten que dado el compromiso en el sistema inmune los pacientes que reciben tratamiento oncológico o han sobrevivido a algún tipo de cáncer podrían presentar mayor cantidad de complicaciones o desarrollar la forma grave de la enfermedad en menor tiempo.

Por ello, recomiendan a los pacientes oncológicos permanecer en casa y limitar en lo posible todo tipo de contacto que pudiera suponer un riesgo de contagio; lo que incluye renunciar a procedimientos, tratamientos y pruebas diagnósticas para el cáncer.

Esta postura, es respaldada por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, quienes entre las recomendaciones generales para pacientes oncológicos, indican que sólo debe acudirse a un centro de salud si el tratamiento es indispensable para salvar la vida del paciente.

En el caso de los pacientes oncológicos con síntomas de covid-19, la indicación es el aislamiento y teleconsulta con su médico de cabecera a menos de que los síntomas empeoren. En ese caso, el paciente debe dirigirse inmediatamente al centro asistencial más cercano.

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