A nivel mundial, los sistemas sanitarios se enfrentan de forma continua a los cambios demográficos de la población, aumento de demanda y expectativas de pacientes, así como al crecimiento mundial de las enfermedades crónicas y la escasez de personal clínico y afín. Esto pone en entredicho la sostenibilidad fiscal de los servicios sanitarios y en el panorama sanitario digital.
La informática sanitaria debe desempeñar, por tanto, un papel cada vez más importante en la creación de un sistema sanitario más eficiente y eficaz. Esto debería incluir un resumen unificado de las historias clínicas electrónicas de los pacientes y un mayor uso de sistemas eficaces de telemedicina y tecnología sanitaria.
En 1968 ya se empezó a hablar de las historias clínicas digitales
El origen del panorama sanitario digital comenzó con las historias clínicas digitales, con la publicación del Dr. Larry Weed en el New England Journal of Medicine y publicada “Medical Records that Guide and Teach” en marzo de 1968. Desde entonces, no se ha conseguido aún una historia clínica electrónica unificada y totalmente integrada para su población.
En el panorama sanitario digital, los datos de los pacientes siguen aislados y las historias clínicas están fragmentadas. Es por eso por lo que hay que resolver los problemas de interoperabilidad semántica en el futuro y abordar los problemas de los datos heredados.
Existen una serie de tendencias en el panorama sanitario digital que deben desarrollarse mejor
Sin duda alguna, es un reto importante y si no se resuelven estos problemas, se retrasa la creación de un sistema de atención integrada eficaz y el uso óptimo de la sanidad electrónica para generar los beneficios tan necesarios, así como la mejora de los resultados de los pacientes y los ahorros en todo el ámbito.
- En el panorama sanitario digital hay también una serie de tendencias que necesitan un mayor desarrollo, entre las que se incluyen:
- Mejora de la ciberseguridad, sobre todo en el desarrollo de la informática cuántica.
- Normas y regulación de Inteligencia Artificial.
- Acceso basado en roles de los usuarios (RBAC).
- Telemedicina.
- Aprobación de productos portátiles que ayuden a los pacientes a gestionar sus propias enfermedades.
- El uso de una capa de datos común para la integración de sistemas.
- Capacidad de estratificar la población de pacientes en función del riesgo.
- Desarrollo de ontologías y terminologías clínicas coherentes en todo el ámbito sanitario.
En las últimas dos décadas, hemos notado una creciente adopción del uso de sistemas de eSalud, incluyendo los registros electrónicos de pacientes en todo el mundo. Asimismo, tras la irrupción de la pandemia provocada por la COVID19, la telemedicina y las citas virtuales han tenido una aceptación mucho mayor y es probable que esta tendencia continúe.