A raíz del actual brote de coronavirus Covid-19 surgido en China se ha observado un notorio cambio en gran parte de la población mundial. Lo más notorio es la adopción de nuevas medidas básicas de higiene y limpieza. Dejar de saludar de beso y mano es una de las principales y ha sido promovida por autoridades sanitarias de múltiples países.
Ahora bien, en países como México también se ha incrementado la demanda y uso de cubrebocas. En este caso no se trata de un hábito adecuado porque este tipo de utensilios fueron diseñados para personas enfermas y personal sanitario, pero no para quienes están sanos. Por sus características, no protegen por completo el paso de virus y además su vida útil es de máximo cuatro horas.
La consecuencia es que tanto México como otros países del mundo presentan un déficit de cubrebocas. La producción que normalmente se fabrica es insuficiente por el acaparamiento que algunas tiendas han hecho. A su vez, en varios establecimientos se han agotado debido a la alta demanda.
Uso inadecuado de cubrebocas
En ese sentido, los más afectados son los hospitales y profesionales de la salud porque ellos sí requieren de cubrebocas de forma diaria. No sólo son necesarios para este tipo de infecciones respiratorias sino que se necesitan para procedimientos quirúrgicos u otro tipo de acciones que se realizan en los nosocomios.
Por todo lo anterior, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tuvo que publicar un urgente comunicado. De forma concreta menciona que la industria médica debe aumentar en un 40 por ciento la fabricación de cubrebocas a nivel global.
WHO calls on industry and governments to increase manufacturing of personal protective equipment by 40% to meet rising global demand due to #COVID19
?? https://t.co/XM7RlcivuV#coronavirus pic.twitter.com/c5JTXdpQm7
— World Health Organization (WHO) (@WHO) March 3, 2020
El texto viene firmado por Tedros Adhanom Ghebreyesus, titular de la OMS, quien afirma que esta medida se debe implementar de inmediato. También agrega que se debe facilitar la oportunidad de exportar cubrebocas a las naciones que más los necesiten. El motivo es bastante simple, aunque de momento no se reporta un déficit en las unidades médicas, a futuro sí se podría presentar.
Sin cadenas de suministro seguras, el riesgo para los trabajadores de la salud en todo el mundo es real. La industria y los gobiernos deben actuar rápidamente para aumentar la oferta, aliviar las restricciones a la exportación y adoptar medidas para detener la especulación y el acaparamiento. No podemos detener el Covid-19 sin primero proteger a los trabajadores de la salud.
Por otra parte, la propia OMS alerta sobre el peligro del acaparamiento de cubrebocas. Precisamente en nuestro país se ha reportado que algunas tiendas de conveniencia y farmacias han realizado esta práctica ilegal, además de aumentar de forma indiscriminada su precio. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) señaló que, de momento, se han identificado ocho establecimientos que ya están siendo analizados.
Por lo pronto, se debe reiterar que los cubrebocas convencionales no fueron diseñados para personas sanas sino para quienes están enfermas. La intensión es funcionar para evitar que se propague una enfermedad. Por desgracia existen quienes han entendido al revés el concepto y eso ha provocado un aumento exponencial en su demanda.
