Una de cada 10 mujeres mexicanas que tiene un parto sufre depresión posparto tras el embarazo, aunque con la información y tratamiento debidos pueden lograr su total recuperación. Los síntomas se presentan durante las primeras semanas tras el nacimiento del bebé, no desaparecen o comienzan uno o más meses después de la gravidez.
La depresión posparto (también llamada perinatal) es un problema habitualmente subdiagnosticado que afecta en la salud mental y física materna sino también en algunos aspectos del recién nacido como el físico, mental y cognitivo y tiene serias repercusiones en la vida adulta.
Los síntomas de la depresión posparto se inician a las 6-12 semanas posparto
Las estadísticas sobre la depresión posparto en México son muy heterogéneas y se estima que un 30.7% de las mujeres sufren depresión en algún momento del embarazo y hasta un año después del parto. De forma habitual, la sintomatología se inicia a las 6-12 semanas posparto y tiene una duración de 7 meses. Hasta en el 50% de estas mujeres se identifica algún trastorno del sueño.
Queda claro que la depresión posparto produce un costo social elevado por los gastos en salud que representa y por el desempleo, el ausentismo laboral y la pérdida de productividad global que conlleva. Por ejemplo, para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, el gasto en salud por trastornos mentales puede llegar hasta el 4% del Producto Interior Bruto nacional.
Puede llevar al suicidio o infanticidio
Un retraso en su atención puede llevar al infanticidio o al suicidio, siendo esta la principal causa de muerte materna durante el primer año posparto. Otros de los factores que pueden incrementar los gastos en salud son el aborto espontáneo, la prematuridad, la preeclampsia, el bajo peso al nacer, las complicaciones obstétricas y las complicaciones neonatales.
Los determinantes de la salud mental favorece o afectan de forma directa o indirecta a la salud mental materna. Es por eso por lo que la contaminación, el medio ambiente adverso, la malnutrición, el consumo de drogas, el estrés, excesivo trabajo físico afectan negativamente la salud mental y física de la mujer y el feto.