Elegir la especialidad médica es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los estudiantes de Medicina cuando acaban sus estudios universitarios y es que son muchos los que están en duda y no saben por cuál especialidad médica decantarse. Aunque en el futuro de un profesional médico siempre hay algunas decisiones muy importantes, una de ellas es elegir la especialidad médica.
Así que si te encuentras en este momento perdido y no sabes por dónde tirar ni a qué tipo de pacientes o enfermedades atender, a continuación queremos ponerte un poco más fácil esa elección y es por eso por lo que te vamos a presentar algunos de los aspectos que deberías tener en cuenta para hacer la elección perfecta de especialidad médica. ¡Toma nota de nuestros consejos!
Áreas de interés científico y clínico
Es una de las preguntas clave que debes responder y es que debes decidir qué sistema, órganos o preguntas clínicas son de mayor interés para ti. Si te gusta la farmacología y la fisiología, la anestesia no será una mala opción. Si te gusta la anatomía, la cirugía puede ser la opción perfecta y si te gusta el sistema nervioso y el cerebro, una buena opción puede ser la neurocirugía o neurología.
Cuidado directo o indirecto del paciente
Otra cosa que debes considerar es si quieres cuidar del paciente de forma indirecta o directa. Debes saber que especialidad con cuidado indirecto incluyen especialidades como patología o radiología y que el cuidado directo serían todas las especialidades restantes.
Por ejemplo, si disfrutas hablando con los pacientes y formar relaciones a largo plazo, la medicina interna y familiar puede ser la opción ideal para ti mientras que si lo que prefieres son las interacciones más cortas con los pacientes, debes decantarte por anestesia, emergencia o otras muchas especialidades quirúrgicas.
También, respecto a este aspecto, debes responder sobre el tipo de paciente con el que quieres trabajar. Respecto a esto, debes saber que el tipo de pacientes e interacciones que tendrán los de emergencia van a ser muy diferentes a los que un pediatra o cirujano ortopédico.
Nivel de estrés según especialidad médica
En lo que respecta a este aspecto debes conocer el Síndrome “BurnOut“, que puede ser traducido como “quemado” o “fundido”. Se trata de un tipo de estrés laboral que se caracteriza por un estado de agotamiento físico, mental o emocional.
Según se ha dado a conocer en numerosos estudios, las tasas más altas de este síndrome fueron encontradas en las siguientes especialidades: urología (54%), neurología (53%), medicina física y rehabilitación (52%), medicina interna (49%) y emergencia (48%).
En el lado contrario, las tasas más bajas se encontraron en: salud pública y medicina preventiva (28%), nefrología (32%), patología (33%), oftalmología (34%) y otorrinolaringología y cirugía plástica (36%).
Competitividad de la especialidad médica
Por último, este es otro de los factores a tener en cuenta y es que las probabilidades de ingresar a una especialidad médica muy competitiva van a ser bajos a no ser que estés muy bien preparado. Por eso, si quieres entrar en una especialidad muy competitiva, no lo dudes y considera recibir cursos de preparación dedicados a mejorar tus habilidades y conocimientos y así obtener una puntuación más alta para ingresar en la especialidad por la que te has decidido.
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