Aunque los primeros casos Covid-19 se produjeron en México hace poco más de ocho meses, hoy se vive el momento más complicado. El repunte ha golpeado con una fuerte intensidad que ya ha provocado una ocupación hospitalaria mayor a la registrada al inicio de la pandemia. Ni siquiera la reconversión de unidades parece ser suficiente porque ya se han reportado nosocomios en los que no hay camas disponibles.
Se trata de una grave situación que puede postergarse por meses. El inconveniente es que el personal médico es el más afectado y se corre el riesgo de que muchos no logren soportar una carga laboral de este tipo por tanto tiempo.
De esta manera, más allá de la enfermedad en sí, existen otros factores que complican las labores de los trabajadores de la salud. Son muchos los inconvenientes a los que se enfrentan para poder atender a los pacientes.
Déficit de personal
Al inicio de la pandemia se dio a conocer que México presentaba un déficit de 200 mil médicos. Conforme avanzaron los meses el problema se volvió mayor porque todo el personal con alguna de las principales comorbilidades fue regresado a su casa. Aunque han existido contrataciones constantes de personal todavía es insuficiente. Los que ahora se encuentran en los hospitales han tenido que multiplicarse para poder atender a todos los pacientes que arriban a diario.
Altos niveles de cansancio
Derivado del punto anterior, en muchos casos los médicos han tenido que extender sus jornadas de trabajo y sacrificar su tiempo personal. En un principio se pensó que sería una situación momentánea pero ya se extendió por más de medio año. Después de tanto tiempo los trabajadores de la salud se encuentran agotados, con máximo nivel de estrés y a punto de desarrollar el Síndrome de Burnout.
Bajos salarios
Una constante dentro del gremio de la salud es la retribución escasa que reciben los trabajadores. Sin importar lo valioso de su labor, el salario es uno de los más bajos dentro de los países de América Latina. Aunque a raíz de la pandemia se han anunciado algunas bonificaciones, todavía no es suficiente para agradecer a quienes arriesgan su vida por los demás.
Desabasto de Equipos Personales de Protección
Por desgracia, al inicio de la pandemia fue una constante que los médicos y enfermeras se manifestaran afuera de hospitales para exigir las condiciones mínimas de trabajo. En distintos puntos del país expusieron que no habían recibido los EPP que necesitan para la atención de pacientes.
Al estar desprotegidos es natural que las probabilidades de infectarse aumentan. Algunos trabajadores de la salud optaron por comprar ellos mismos sus insumos, aunque con los bajos salarios que perciben no es viable para todos.
Falta de cursos de capacitación
Otro aspecto que se debe considerar es el relacionado con la capacitación del personal médico. Al inicio de la pandemia el propio Higo López-Gatell reconoció que fue un inconveniente que tomó por sorpresa a muchos de los trabajadores. Inclusive mencionó que era una de los motivos de los altos contagios entre el personal médico.
