La salud laboral u ocupacional es algo fundamental y considerado, cada vez más, un factor clave para el negocio. Así que la gestión de la misma se traduce como una de las actividades más relevantes para una organización. Anticiparse, prepararse y contar con las medidas y protocolos de seguridad y salud ocupacional genera un círculo virtuoso en las empresas. Si quieres gestionar, de forma eficaz, la salud dentro de tu empresa, a continuación te ofrecemos algunos consejos clave.
1.- Cumplimento normativo y legal de salud
La primera ventaja de una gestión en salud eficiente es que cumples con lo que marca la ley y las normas. En México, la NOM 035 está marcando el paso en México respecto a espacio laborales seguros y saludables. Si cumples con la normativa evitarás pérdidas económicas y multas.
2.- Mejor ambiente laboral y procesos óptimos
Con colaboradores en balance ayudas a que el ambiente laboral sea positivo y motivador. Además, los procesos de trabajo se optimizan. Esto es debido a que la gestión de la salud laboral te hace ver y analizar todos los factores que tienen que ver en cómo interactúa un colaborador con su entorno.
3.- Menor ausentismo laboral y rotación de personal gracias a la gestión de la salud
Si cuentas con programas integrales de salud, estarás al tanto de la condición psicológica y física de tus empleados. Puedes llevar a cabo acciones preventivas y contribuir a la salud de tus colaboradores. Con esto se disminuyen los accidentes, el ausentismo laboral y la rotación de personal.
4.- Elevar la percepción positiva de la organización a través de la gestión de salud
Gracias a estas acciones, tu empresa obtiene una imagen favorable tanto en el interior como en el exterior de la misma. Esto hará que atraigas a talento más calificado y será una percepción positiva que jugará a tu favor con clientes, socios, acreedores, proveedores e instituciones bancarias.
5.- Implementación de una cultura preventiva
La gestión de este aspecto en el entorno laboral va configurando a tu empresa con un nuevo rostro. Si logras que la cultura preventiva sea parte del ADN de la organización, comprobarás que todo fluye mejor.