Según cifras ofrecidas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México hay 2 millones 237 mil personas que presentan algún tipo de deficiencia visual. Los seis principales problemas oculares que afectan a los mexicanos son: catarata senil, refracción, degeneración mácula, retinopatía diabética, opacidad en la córnea y glaucoma.
Es por ello por lo que hay que intentar hacer conciencia sobre la importancia de la revisión oftalmológica para así tener un diagnóstico y tratamiento temprano. Esto es con el fin de evitar, en todos los casos en los que sea posible, la pérdida irreversible de la visión.
La Normal 034-SSA-2002 trata los problemas oculares desde el nacimiento
Estas medidas preventivas se inician desde el nacimiento. Para ello, se cuenta con la Norma Oficial Mexicana Nom-034-SSA2-2002 para la prevención y control de los defectos al nacimiento. Esta establece que todo recién nacido debe ser examinado por un oftalmólogo que revisará el globo ocular, fijación visual, movimientos involuntarios del ojo, edema conjuntiva, opacidades de córnea y cristalino o presencia/ausencia de infecciones, entre otros.
Cuando el niño inicia su actividad escolar, es necesario efectuar otra revisión visual para detectar, de forma temprana, algún error de refracción, el cual se puede corregir con el uso de lentes. Después de los 40 años, además, se recomienda una evaluación oftalmológica para checar la presión intraocular y descartar cualquier tipo de padecimiento como: cataratas, degeneración mácula relacionada con la edad o cataratas.
Desde la OMS estimulan a las naciones a que ofrezcan atención oftalmológica
Por otra parte, las personas diabéticas o hipertensas deberán visitar al oftalmólogo al menos una vez al año. Esto es debido a que este sector de la población tiene mayor riesgo de padecer retinopatía diabética y glaucoma.
Cabe destacarse, por último, que la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2020 presentó el Informe Mundial sobre la Visión. La finalidad del mismo no es otra que estimular a las naciones para que ofrezcan atención oftalmológica y centrada en la persona, que asegure un proceso continuo de intervenciones de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación.